Entró en escena en un tiempo, los años 50, en que el rock’n’roll amenazaba con eclipsar al crooner de las grandes orquestas, pero Tony Bennett encontró el camino para expresar su voz propia. Mezclando baladas atemporales, subiéndose al carro del swing y tomando nota del estilo de Frank Sinatra, diciendo las letras más que cantándolas de un modo engolado, llegó a provocar el aplauso de las sucesivas olas generacionales, hasta el punto en que todos, ya sea Elton John, Brian Wilson, Nile Rodgers, Harry Connick Jr. o Juanes, lloran su muerte, a los 96 años, siete después de diagnosticársele alzhéimer.

Bennett era la adaptación de Benedetto, apellido delator de sus raíces en la región de Calabria. Italoamericano de Nueva York, como su mayor referente Frank Sinatra (nacido el 3 de agosto de 1926), buscó un repertorio propio basculando entre la balada (Because of you, primera grabación y primer número uno, en 1951), el country orquestado (Cold, cold heart, versión de Hank Williams) y el swing con empaque de big band (Rags to riches). El registro de crooner jazzístico le acompañó para siempre a partir de logros como (I left my heart) in San Francisco (1962), canción creada una década atrás que con él tuvo repercusión, hasta el punto de que la ciudad californiana la acabó adoptando como himno.

Aunque se resistía a grabar éxitos pop de la época, lo hizo ocasionalmente (Beatles, Bacharach, Leiber & Stoller), sin demasiada trascendencia, y resultó más agradecida su apuesta por el jazz, afianzada en los 70 con su loado doblete de discos con el pianista Bill Evans. Pero, contra pronóstico, el bautizado por Sinatra como “mejor cantante en el negocio” vivió su edad dorada a escala internacional en la madurez a raíz del álbum MTV Unplugged (1994), en el que hizo suyo el American songbook y se anotó duetos con Elvis Costello y k. d. lang.

Encarnó a partir de entonces al crooner clásico en giras cada vez más amplias (debut en Barcelona, teatro Tívoli, 1996) y ante nuevas quintas de fans que lo aplaudían como superviviente de una era. Ahí estuvieron, ya entrado el nuevo siglo, ambos volúmenes de Duets, con partenaires como Diana Krall, Norah Jones, Amy Winehouse (su última grabación, Body and soul), Alejandro Sanz y Lady Gaga. Con esta última se animó a grabar un álbum, Cheek to cheek (2015), y luego otro, Love for sale (2021), y a girar por medio mundo, incluyendo su última aparición en España, en el verano de 2015 en el Festival de Cap Roig.