Laura Folguera (Barcelona, 1975) lleva desde diciembre dirigiendo La 2 y está encantada. Entre otras cosas, porque la dirección vuelve a Cataluña —tras un breve paso por Madrid—, donde está el Centro de Producción de RTVE de Sant Cugat, en el que ha desarrollado su carrera. Sabe que para triunfar hay que arriesgar. Y en ello está.

La gente dice que en la tele solo hay telebasura. ¿Es porque no saben buscar? En La 2 hay contenidos de calidad.

No saben buscar y a veces tampoco se lo ponemos fácil. Ese es uno de los retos: ordenar los contenidos, crear franjas horizontales, anclajes, citas... para que el espectador pueda saber en qué momento encontrarlos. Y para el consumo a la carta, en el que puedes ver lo que quieras, debemos configurar la plataforma para que sea muy fácil y no se le complique la vida al telespectador.

El público boomer, muy de La 2, está más acostumbrado a ver el programa a su hora.

Yo no creo que sea una cuestión de edad, sino de saber lo que tienes y en qué momento. El consumo a la carta de los productos audiovisuales está muy bien, pero es verdad que saturan. Y muchas veces acabas dando vueltas y vueltas sin ver nada. Estás buscando entre tanta oferta, que, al final, no encuentras. Necesitas a alguien que te haga de prescriptor. Tenemos que conseguir que el espectador vaya a buscarte. Eso que antiguamente se decía de “vamos a ver qué echan en la tele”, y la gente se sentaba delante del televisor a ver qué daban, se ha acabado. La gente va a buscar cosas concretas.

Los programas de La 2 se tienen que conformar con audiencias pequeñas. ¿La falta de presión que tienen, a diferencia de las privadas, les permiten hacer la televisión que creen que deben hacer?

A ver, La 2 no tiene esa gran presión, pero queremos que sea una cadena relevante. No queremos ser una cadena nicho. Queremos ser competitivos. Y arriesgar. Arriesgar es muy importante y para hacerlo debes tener libertad, espacio y confianza. Y no tener presión. Y la verdad es que La 2 se lo puede permitir.

De lo que pueden presumir es de tener los programas más longevos de la tele en emisión. Saber y ganar, por ejemplo, es el concurso que lleva más años en emisión, 27. Y El escarabajo verde, del que fue redactora, comenzó en 1997.

Y tenemos programas aún más antiguos, como Documentos TV (es de 1986). El escarabajo verde fue ejemplo de ese arriesgar del que hablaba. Porque hace 27 años un programa de ecología y medio ambiente lo era. Y lo tenemos gracias a eso. Cuando creas algo en un momento en el que nadie lo está haciendo, puede ser que des con la tecla y generes un contenido que perdure en el tiempo.