Cada vez que viaja a La Coruña, el ministro de Fomento nos inunda de promesas, anuncios de concursos e inversiones millonarias, sin concreción y sujetas a la incertidumbre de tiempos de mudanza política. Sí repasamos la hemeroteca, observaremos que pasado un período corto, se puede valorar cabalmente la controvertida locuacidad del Sr. Blanco. Si alguien se atreve a poner en duda sus palabras, como hizo el conselleiro de Medio Ambiente, recordándole que hay obras licitadas hace siete años todavía pendientes, nuestro celebrado ministro recurrirá a una salmodia de improperios. Pero una vez lanzada la proclama, sus conmilitones locales pondrán los altavoces a toda pastilla, para repicar el promisorio maná ministerial, como si fueran charlatanes feriantes. El alcalde nos recordará su eslogan "estamos en todo", o sea en ningún sitio, y volverá a recomendarnos "apostar por los principios socialistas". Tras esta visita del ministro, Losada se confiesa "exuberante" (sinónimo de frondoso, tetudo, preñado, rico). Un palabrero, que dirían en Venezuela. Sin embargo las hemerotecas, centinelas de la verdad, servirán para evitar que los políticos pasen el cepillo a contrapelo del olvido y para recordarles que la palabra dada ha de cumplirse con dignidad. ¿Cuántas veces hemos visto a la Sra. Marón de correveidile por los pasillos municipales poniendo en circulación malas artes, para arremeter contra quienes le advertían de la nula operatividad de la Tercera Ronda, sin que Fomento terminara el último tramo? También desde estas columnas hemos señalado con reiteración el grave problema de los accesos a la ciudad. En igual medida, reclamamos un plan de prioridades, local para no ser víctimas del paternalismo ministerial que no suele estar en el detalle. Ahora, la Cámara de Comercio y los empresarios, han alzado su voz para advertir de la hecatombe, que se producirá, sí antes de entrar en servicio el Polígono de Vio, no está operativa la circunvalación. Losada se entretiene en resucitar maquetas obsoletas, que carecen de virtualidad, pero nada se dice de los que eran sus emblemáticos temas: la fachada marítima y las terrazas de María Pita. Entre tanto la Sra. Taboadela sigue sin cumplir su promesa, de facilitarnos una manera rumbosa de "caminar por las aceras" mediante el PGOUM. Se ve que le va el movimiento.

Las promesas ministeriales carecen de virtualidad, sí no se transforman en obras, mediante el BOE. Estudios y proyectos en Fomento pueden ser interminables pretextos como lo fue el Plano de Impacto Ambiental de Alvedro. Lo de la Estación Intermodal es un anuncio a largo plazo que, una vez más, ha dejado a Losada con el fondongo en estado gaseoso.