Sin olvidarnos del dato más importante -la salud del enfermo-, algo había que hacer porque los datos sobre el uso, y quizás el abuso, de los medicamentos en España en general y en Galicia, en particular, son clamorosos. De entrada, según datos publicados en estos días, los españoles acudimos al médico casi 40% veces más que ningún otro europeo, y consecuentemente recibimos más recetas. En Galicia, cada mes se extienden cinco millones de recetas, siendo la autonomía que mayor gasto farmacéutico acumula anualmente para el volumen de habitantes que tiene: se calcula en 297,1 euros el importe de los medicamentos que la Xunta debe afrontar per cápita, seguida de cerca por Extremadura, Asturias y Valencia, a distancia de los 232,9 euros que es la media nacional. Pero además, según esos datos que entresaco, hay desenfrenos entre los jubilados, que son los que consumen el 80% del gasto farmacéutico a escala nacional y que suelen acumular específicos en sus domicilios, y con ello vienen los riesgos de las automedicaciones o una polimedicación -por el Sergas sabemos que hay 15.000 pacientes a los que se han prescrito más de 15 medicamentos diarios- cuando tomar más de 10 suele mostrar ya efectos adversos. Algo había que hacer.