Un tramo de la calle Durán Loriga apareció el pasado fin de semana decorado con todo tipo de dibujos realizados con tizas de colores. Un muñeco similar a Bob Marley, un perro y diversos mensajes en apariencia incoherentes son algunos de los motivos con los que se encontraron los vecinos y que convirtieron a esta vía, por unas horas, en una nueva plaza del Humor. Las pintadas aparecieron por la mañana en el suelo de la calle y, por la tarde, ya habían sido borradas. Los autores de semejante obra no se limitaron a pintar las siluetas sino que, en algunos casos, llegaron a colorearlas.