La Asociación Galega de Mariscadoras e Mariscadores (Agamar) ha abierto la caja de los truenos al denunciar las retribuciones dinerarias del actual presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González Sineiro, que cifra Agamar en unos 78.000 euros en los tres últimos años.

Tras su denuncia, la Consellería do Mar -que de ser persona habría que preguntarse por la tranquilidad de su conciencia- acepta el envío y aclara que son los pósitos los que determinan si su cuadro directivo, en este caso el patrón mayor, ha de percibir o no una prestación económica por su dedicación a las tareas de regir los destinos de la cofradía.

Silencia la Consellería, y uno no sabe por qué -tal vez por pudor- que un decreto referido a estas cuestiones establecía la gratuidad de tales servicios por parte del patrón mayor, si bien podría percibir una prestación por ese trabajo.

Los estatutos de los pósitos contemplan, sin embargo, indemnizaciones repartidas en doce mensualidades por conceptos como dietas y kilometrajes que también pueden ser percibidos en una o dos oportunidades a lo largo del año por la misma cantidad y conceptos.

En este momento son contadas las cofradías que, con su tesorería, pueden hacerse cargo de los gastos que generan cuestiones como la asistencia de sus directivos a reuniones. La propia Federación Nacional de Cofradías de Pescadores ha restringido al máximo los gastos, hasta el punto de eliminar las comunicaciones por correo ordinario y las efectúan a través de internet instrumento que la práctica totalidad de los pósitos tienen instalado en su centro.

De cualquier manera, la asunción de un cargo como patrón mayor de una cofradía significa una entrega importante del tiempo de que dispone la persona elegida, normalmente el armador de un barco de bajura que es, a la vez, patrón de éste. Si el tal patrón mayor ha de viajar para asistir a una reunión, resulta evidente que se generan unos gastos y que estos van desde el kilometraje a la pérdida de al menos una jornada de trabajo por parte del patrón mayor. ¿Ha de asumir éste los gastos o bien tiene derecho a que la entidad que preside se los compense?

Si Agamar considera que los 78.000 euros abonados al presidente de la Gallega de Confrarías, González Sineiro, no tiene una justificación creíble, échese un vistazo a lo estipulado en los estatutos de la entidad y, en caso de disconformidad, procédase a la denuncia pertinente sin más. Ni siquiera a la espera de poder demostrar que tal cantidad es consecuencia de un presumible "amiguismo" practicado y asumido por quien sigue siendo objetivo prioritario de los disconformes con su mandato.

Pero teniendo en cuenta lo que los ya citados estatutos proclaman.