Galicia/Galiza. Y Cataluña. Y Murcia, si me apuran. Aunque el único hecho diferencial de la cuestión, llámese España o su porquero, es Canarias, y no por la hora antes, y no por la distancia, que también, sino porque fue la primera colonia de la corona de Castilla y Aragón (todos vemos la serie Isabel, menos Rajoy, creo) y es la comunidad autónoma que recibe el peor trato en ese cartoncito que lucía el ministro Montoro: los PGE, el dinero, el parné, los cuartos, que son de todos pero parece que sólo son de los que reparten. Canarias sigue siendo colonia, y el resto, territorio conquistado. Castilla, como siempre -no la ontológica, el ectoplasma actual que es peor- sigue despreciando cuanto ignora, como escribió Machado. - insisto en Isabel, la serie, ojalá Rajoy se la inyectara en vena enterita, con puro y coñá, por supuesto, y Artur Mas también. A lo mejor hablarían de una puñetera vez y dejarían de engañarnos con sus amagos de unidad incuestionable y de secesión posible. Un aburrimiento. El empleo, la educación, la sanidad y la asistencia social, la cultura, las infraestructuras, el medio ambiente, la costa, las personas en definitiva: todo por el sumidero del olvido y el castigo. Que sigan ganando más los que nunca han perdido nada y que se pudran los condenados a la miseria, al paro, al subempleo.

"Los presupuestos de la recuperación", han dicho. ¿La recuperación de quién o de qué cosa? La recuperación del viejo orden, de los caducos privilegios de sangre y de estirpe, de la explotación de las personas por los poderitos, por el Poder. Y para amenizar la velada, aparecen símbolos fascistas por doquier amparados por alcaldes y alcaldesas del Partido Popular, se cercena para siempre la memoria porque se nos quiere condenar a la amnesia, y no hace falta reprimir porque nos tienen metidos en la boca del miedo a base de asustarnos con que siempre podía ser peor si no mandaran ellos. Desde luego, a las pruebas de la historia me remito, ya fue peor.