Claro que te entiendo y comprendo que estés avergonzado porque aquí habrá escuelas en las que se explique el Islam y sin embargo no haya clases de Religión Católica. Es cierto, porque hay musulmanes que piden enseñanza islámica para sus hijos -tienen razón por la libertad de cultos y el derecho de los padres a educar a sus hijos-, mientras que muchos españolitos no solo no piden la enseñanza católica para los suyos sino que la excluyen. He dicho muchos, no todos, pero bastantes. Y eso te avergüenza pues queda patente la falta de doctrina de esta sociedad nuestra. Rápido culpamos a maestros, curas y obispos, que tienen obligación de impartir esa doctrina, obviando muchas veces que también nosotros estamos inmersos en ese cometido si de verdad creemos en la libertad de las personas, y en sus derechos y obligaciones. ¿Yo qué hago? Porque los curas, y todos los eclesiásticos en general, con eso de que cada vez son menos solo atienden apuradamente a lo más urgente. Pero quedamos los fieles de a pie, los curritos de la calle, ¿o acaso no formamos y somos esa sociedad y esa Iglesia de la que hablamos? ¿Cómo me preocupo yo no de convencer a un musulmán, sino de explicar a un católico, a un familiar, a un colega del trabajo que veo que no lo sabe, que los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos...? ¿Y que si son católicos, lo lógico es que pidan y exijan esa educación para los suyos?