La autorización oficial de los festivales taurinos en todo el territorio nacional, ha sido el motivo de la intervención en el Senado del ganadero don Victoriano Martín, prohombre de los criadores de reses bravas. El señor Martín, en su apasionada disertación, ilustró a la clase política no solo del valor cultural de la tauromaquia, persistente desde hace siglos en la vida española, sino de su influencia cultural económica y ecológica. Textos taurinos aparecen en la Cántiga de Alfonso el Sabio, capítulo 144, en la La Crónica General 1344 de Menéndez Pidal, hasta llegar a Cossío, Marañón Moya, Cela, Fernández Flórez, Corrochano, etc. (Goya, Picasso y Alberti se vestían de toreros para seducir). Los taurinos han sido siempre gente de fácil verbo y han logrado, en sus intervenciones, como ahora don Victorino encandilar al respetable. El famoso creador de reses bravas apuntó al intervencionismo que se respira en el ámbito social, artístico y político, en el sentido de desespañolizar, después de haber sido descatolizar. "Si nuestra legislación laica tuviera carácter retroactivo, todo en España perdería sentido, desde la literatura hasta la cocina" (Julio Camba). Aquí, en Galicia, los nacionalistas, a través del bipartito, introdujeron como una obsesión las sintouradas, con la pintoresca contradicción de permitir las corridas de toros donde gobiernan, Pontevedra. Es el pespunte rojo hacia la fiesta nacional, "el último rito sagrado de la Cultura occidental" (Salvador Boix, apoderado de José Tomás, premio Nacional de Literatura).

Otrosí digo

Entre las perlas que dejó Victorino Martín en el Senado, recogimos: "El animalismo es una ideología originaria del mundo anglosajón, que trata de imponer un orden moral. Su filosofía es incompatible con nuestra cultura. Si se impusiera, causaría una debacle ecológica". "¿Qué clase de sociedad queremos? Una casta inquisitorial y censora, ¿qué decide?, ¿qué es la moral? y ¿qué es inmoral? ¿Qué es cultura, qué no es cultura? ¿Habrá arte moral y arte inmoral? No es casualidad que sea un toro sobre el que se sostienen los mitos fundacionales de Europa.