Mueve a escándalo la sospecha „casi certeza„ de que durante el primer gobierno de Mariano Rajoy, y siendo ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, se creó, con gran discreción, en el seno de ese departamento una llamada "policía patriótica" con el objetivo de desprestigiar a los "enemigos" del PP difundiendo informaciones falsas o robando incluso documentos comprometedores. Y entre esos "enemigos" circunstanciales se contaban personajes e instituciones de lo más variopinto como el Podemos de Pablo Iglesias que había conseguido 69 escaños en las elecciones legislativas de 2015, el nacionalista catalán Xavier Trias, o el excomisario José Manuel Villarejo. A Pablo Iglesias y a su grupo se les acusó, sin ningún fundamento como más tarde acreditaron los tribunales de justicia, haber recibido financiación de la República Islámica de Irán y de la República Bolivariana de Venezuela. A Xavier Trias, exalcalde nacionalista de Barcelona de tener dinero irregularmente en un banco suizo. Y al Comisario Villarejo de haber supuestamente participado en el robo, para hacerlos desaparecer, de unos documentos comprometedores que guardaba el extesorero del PP Luis Bárcenas. Por descontado, en el vertido a la opinión pública de este material tóxico (las famosas "cloacas del Estado") hubo que contar con la complicidad de medios de comunicación afines entre los que se encontraría Ok Diario el periódico digital que dirige Eduardo Inda, un habitual de las tertulias de radio y televisión. No sabemos a quién se le ocurrió denominar "patriótica" a esta policía que trabajaba secretamente para el Gobierno. Por principio, todas las policías de los países democráticos deben de considerarse a sí mismas como patrióticas en la medida que su función principal es defender al Estado y a la ciudadanía de la que forman parte, es decir, a la patria, "Todo por la patria" se anuncia explícitamente a la entrada de las instalaciones de la Guardia Civil. Ahora bien, en lo que haya de entenderse por "todo" (todo lo que sea lícito por supuesto) y por "patria"está el meollo de la cuestión. El recién fallecido Sánchez Ferlosio dijo en "La hija de la guerra y la madre de la patria" que "El patriotismo moderno fue engendrado en la Revolución Francesa y con un sentido originario vinculado con la guerra, bajo la idea de que el ejercito era la nación en armas". Ignoramos, desde luego, si estas y otras consideraciones estuvieron en la mente de los promotores de la "policía patriótica". Y menos todavía en la que de quien era ministro del Interior. Conozco al señor Fernández Díaz desde que fue, entre 1980 y 1981, gobernador civil de Asturias y ya entonces le gustaba meter la nariz donde no debía. Hace años, estando en Las Vegas, la ciudad del vicio, tuvo una revelación mística y se convirtió en un hombre muy religioso. Las apariciones celestiales son frecuentes entre los anacoretas que se retiran a meditar en el desierto y él no fue una excepción. Desde aquella emocionante experiencia, tiene junto a sí (como reconoció en una entrevista) a un ángel llamado Marcelo que lo asesora en su decisiones más importantes. Y puede que también en la idea de crear una "policía patriótica". Esperemos a ver qué opina el juez.