El creador del Psicoanálisis, Sigmund Freud, que era médico neuropsiquiatra, recomendaba a sus discípulos estudiar más humanidades que ciencias naturales: para conocer el fondo del alma humana el lenguaje era para él más importante que la química. Psicólogos como Maslow y Rogers, por su parte, reivindicaron la singularidad de la motivación humana, tendente a la autorrealización personal, dando lugar así a la psicología humanista.

Tal parece que la actual estructura del plan de estudios derivado de la Lomce ignore tanto las indicaciones de Freud como el enfoque humanista: adscribe la carrera de Psicología a la modalidad de Ciencias de la Salud y en consecuencia establece que, para poderla cursar, asignaturas como Biología o Química ponderen más en selectividad que Filosofía o Literatura (esta de hecho no pondera en absoluto). Esta restricción favorece a las tendencias más naturalistas y biologicistas en Psicología en detrimento de las humanistas. Pero cabe preguntar: ¿serán mejores psicólogos en la práctica los formados en ciencias naturales que en humanidades? En unos años se verá, pero yo particularmente me quedo con el plan de estudios que cursé, en el que Psicología era una especialidad de Filosofía y Letras.