La reina de Inglaterra va uniformada de Isabel II. En 70 años, su cabello ha encanecido con el mismo peinado, unas veces bajo la corona; otras, bajo 5.000 sombreros. Sus tocados y sus vestidos son, esencialmente, iguales, salvo por algunos cambios de color, pero no de tono. Al uniforme añade el bolso. ¿Por qué lleva bolso una mujer que tiene el privilegio de no necesitarlo? No necesita llevar ni móvil ni dinero encima (el dinero la lleva impresa a ella).

Isabel jamás debe cargar nada porque los reyes siempre tienen las manos desocupadas. Cada vez que alguien les tiende uno de esos regalos horribles con los que el pueblo les muestra su odio (esas artesanías y placas que acaban en la real chatarrería de palacio), los monarcas lo sostienen un segundo y se lo pasan a un siervo destinado a tal fin. Los reyes solo ocupan las manos para estrecharlas en las recepciones y, en seguida, las vuelven a tener vacías, porque ese es su privilegio. ¿Por qué una mujer que jamás ha renunciado a privilegio alguno renuncia al de no cargar con nada?

El uso de un bolso inútil es enigmático, pero aún más preguntarse por qué lleva bolso por casa. Las mujeres que conozco solo llevan bolso cuando van a salir. Ella lo lleva en las recepciones en el palacio de Buckingham, que es como si usted lo llevara para ir al comedor. Cuando yo era pequeño, a veces llegaban visitas. Jamás mi madre fue a por el bolso para recibirlas.

Lo que esconde el bolso de la reina es un enigma enquistado. Es de desear que Dios la guarde muchos años, pero serán pocos, dada su edad (la de la reina). Hay un riesgo cierto de que lleve el secreto a la tumba. Desasosiega ver a esa anciana agarrada al bolso y sentirte tentado a darle un tirón, como un vulgar ratero, para resolver este misterio que cabalga dos siglos.