Siendo esperable que tras dos o tres meses haya un día después, ¿será impertinente hablar de ello de modo tan anticipado? Habrá ajustes de cuentas a todos los niveles del poder, eso resultará inevitable; pero lo que se vendrá encima es un gran reajuste de la economía que por paliativos y retardantes que ahora se apliquen acabará siendo doloroso para todos. Esto justificará y requerirá grandes pactos de la máxima transversalidad (o sea, de lado a lado, sea cual sea la fórmula), que en España dejarán atrás, por claramente insuficientes, los sutiles y frágiles equilibrios que hoy sostienen el poder político. Así que, para no hacerlo más difícil luego, mejor no seguir jugando la partida política y mediática en la inercia de una situación previa a la gran crisis de 2020. Esa situación se ha vuelto ya anacrónica, aunque el "tiempo muerto" en que vivimos la conserve en alcohol.