Entiende que sería lamentable que los idiomas desaparecieran. Quizás ha sido uno de los motivos por los que Quinito López Mourelle no ha parado de estudiar “igual que con los idiomas sucede con la narrativa y con el jazz”. Se doctoró en el año 2001 por la Universidad Complutense de Madrid con su tesis La figura del héroe en la narrativa de Álvaro Cunqueiro siendo publicada en 2004 por la Diputación de Lugo, aunque “a los títulos les doy poca importancia el haber estudiado a Cunqueiro me ha enriquecido mucho”. Intercambia “un libro en castellano con un libro en portugués”. Ahora, como diría el periodista Alberto Oliveras, estamos “ante un hombre orquesta”, ha hecho de todo y para todos. “Tanto escuchar música como interpretarla son facetas que no puedo separar”.

Nos sugiere que “el caos está en todo... Simplemente a la hora de ordenar nuestras pertenencias es imposible y pienso que la Naturaleza es caótica. Seguro que implícitamente pero nadie la conoce”. Tras varios trabajos en su haber en estos días aparecerá su nueva obra Pepitoria (Grupo Beroly), donde el humor viene a redondear una suerte de trilogía que comenzó con Mi última reencarnación, donde seguro que “el lector encontrará trazos de la literatura de todos los tiempos” o la todavía inédita Opereta doméstica llevando las riendas de la narración muy de actualidad con Doña Idónea, Testigo y Papá Mauricio... “Describe una sociedad como la actual y al final aparecen ciertas controversias en la misma”, pero deja un instante para que cada lector llegue a la reflexión... Preguntamos ¿rehaces mucho los textos? “Voy corrigiendo una vez he realizado el trabajo de campo. Cuando tengo esa primera redacción terminada la dejo unos meses y luego la retomo para ver los fallos, además de corregir las erratas que pueda haber”. Sus otras obras, como Confines. Breve teatro para debutantes (2007), en palabras de Marta Rivera de la Cruz, “Ha creado un mundo perfectamente tramado con personajes amables y creíbles que rezuman ternura” o Pimienta Negra (2009) donde “engarza en un mismo tronco narrativo diferentes historias que el autor ahonda en el significado del amor” hasta Ana Beatriz (2011). Y una novela La herida de Bach (2019) iniciándose con el viaje de Johann Sebastian Bach a Karlsbad y al demorarse unos meses es el hilo narrativo que López Mourelle utiliza para hacerse preguntas y al mismo tiempo dejar respuestas al lector. “A veces me vienen imágenes del propio lenguaje y al buscar esa palabra por asociación te lleva a otras y es como una especie de circuito que está conectado: música, lenguaje e imagen. En ese momento en que estoy escribiendo intento que todo eso se active. No tiene siempre la misma secuencia lógica”. O su inestimable labor como periodista en su blog Marquide en esta casa que, con las actualizaciones de cada lunes, ahora cumple su primer decenio, son una muestra de ello. Sumado a su interés por componer y por el piano que “procuro tocarlo todos los días. A veces y en el momento en que uno comienza a componer le dedicas más tiempo a tus propias composiciones, a investigarlas y a perfeccionarlas. Aunque me tira más el terreno de la creatividad”. De hecho suscribimos sus diversas colaboraciones de narrador en Cuadernos de Jazz y un poemario Nueva Mitología del insomnio (2018) con ilustraciones de Juan Álvaro Pernia, entre otros, y una de sus aportaciones que pronto verá la luz, una grabación a dúo Reflexiones de un músico iletrado con Roberto Somoza donde se conjugan música y textos. No olvidamos que en Galicia el Jazz “cuenta con una trayectoria de casi treinta años” donde los nombres de Coleman Hawking, el intérprete clásico de Jazz, o Miles Davis o el escritor cubano Alejandro Carpentier hasta el propio Álvaro Cunqueiro son algunas de las figuras que forman el Universo de este compositor convertido en autor.