En ocasiones te reúnes con personas que dan un cierto sentido a la vida. Quizás como escribió alguien nos encontramos con aquellos sabios con los que nos tenemos que encontrar. Cuando uno es joven sin saber anda buscando algo a su alrededor y surgen una serie de personas que te cuentan historias, te hablan de biografías mientras en la cafetería de toda la vida toman un sorbo de un café que no deja de ser más que una simple excusa. En el caso de nuestro protagonista era así.

Una persona que además de dar misa y enseñar a diversos alumnos tenía otras ocupaciones y daba alegría a los demás con escucharlo y cuando nadie lo oía, o eso le parecía, decía cosas que en más de una ocasión quizás muchos se llevaban las manos a la cabeza. Colaborador en distintos medios de comunicación, don Manuel Espiña Gamallo intentaba, a través de sus palabras, no solo unir sino también encontrarse con otros.

En el fondo y sin saberlo todos hacemos lo mismo. En una calle o en una esquina vemos a una chica o a un chico o incluso acariciamos a un perro que pasaba por ahí. Estos son algunos de los motivos por los cuales nos acordamos de una persona que ya no está, pero si ustedes miran para atrás seguro que muchos se acordarán de cómo oficiaba misa al aire libre con los pájaros volando alrededor, o cómo escribió tantos artículos y aquel libro Tierra Santa. Diario de una peregrinación.

La Colegiata en A Coruña es uno de esos símbolos que todos deben de visitar, no por el tema religioso, también claro por ser ese punto antiguo y lleno de Historia que todos llevamos dentro aunque nos disfracemos con la arquitectura de los monumentos o incluso con esa obra de arte que exponemos sin darle ninguna importancia... Aunque la tenga. La vida de las mujeres y de los hombres es así.

Camino de Santiago de Compostela se celebraban actos con Andrés Torres Queiruga y su Repensar la revelación o Victorino Pérez Prieto que ha realizado hace unos días una actividad en torno al Crucificado en la pintura.

A este tipo de actividades iba don Manuel y todos al lado de una guitarra ofrecían algo nuevo, algo diferente por lo menos en ese momento. Sigue la estela del recordado Moncho Valcarce y su Revolucionario e místico. Diario íntimo da doenza final.

Como el mismo Victorino ha hablado en estas mismas páginas se creó en ese momento La Comunidade do Home Novo un lejano 1973. Donde Prieto dejaba caer de lo que ya hablaba hace unos años, esa ecología desde un cristianismo abierto a otras confesiones señalándolo en una de sus primeras obras Do teu verdor cinguido.

En fechas recientes el Padre Franciscano Lista ha creado una puerta abierta para todas aquellas personas que se quieran acercar a la misma, primero en la ciudad de Betanzos y como la vida es una obra que a pasos lentos va haciéndose mayor, en otras ciudades. Al escucharlo súbitamente le sale la palabra “Familia”.

Y ya les hemos hablado de Juan Carlos Ramchandani que, por haber nacido en Ceuta y de padre indio y madre española, ahora mismo es presidente de la Federación de Hinduismo donde se propone simplemente acercar y no separar y fue el motivo de los encuentros entre distintas confesiones como el que se celebró en Santiago de Compostela, donde diversas ideas o confesiones han intentando llegar a un punto que en ocasiones olvida el interior.

Ese era el tema que don Manuel traía en su corazón desde hacía muchos años junto al idioma gallego que comenzó a hablar en las iglesias cuando nadie lo hacía. Como coordinador llegó a publicar Demandas históricas y sociales de una reestructuración de la Iglesia gallega. Con un prólogo de José Ramón Barreiro Fernández que en ese mismo encuentro participó junto con la ministra de Defensa, Margarita Robles, entre otros invitados como el arzobispo Julián Barrio o el doctor Abdelelaziz Hammaoni.

Es de resaltar la ponencia del propio Juan Carlos y su Ganesha. El señor de los comienzos y destructor de los obstáculos quien ha insistido “en el respeto con el otro y con aquellas personas o entidades que no solo pertenecen a otras creencias o filosofías sino que entre todos tocan aspectos comunes para todas”.

Todo ha cambiado mucho y ya no están esos señores. Quizás lo hagan sus hijos, por eso en esta columna nos acordamos de ellos, pues gracias a otros estamos aquí. Quizás no con su entusiasmo, pero sí con algunas ideas suyas que nos han quedado y al mismo tiempo los hace necesarios.