La débil apuesta de Feijóo

Álex Sàlmon

Álex Sàlmon

Todo apunta a que será una pérdida de tiempo, pero tiene sentido político, aunque no inmediato. La decisión de Núñez Feijóo de presentarse a la investidura mostrará el perfil del candidato. Situará frente al hemiciclo sus propuestas de Gobierno y las debilidades que tiene su oponente, de presentarse si la suya fracasa, ante otra investidura. Incidirá en la fortaleza de su proyecto y machacará la debilidad del que podría ser presidente si logra casar al Estado con el independentismo de Waterloo. Aunque los michelines rezumen.

La situación recuerda en Catalunya a la victoria de Inés Arrimadas en las elecciones de 2017. En aquel momento se la acusó de no haber intentado presentarse a una investidura, detalle que ella rechazó de forma reiterada aludiendo que “siempre había existido un candidato independentista”.

Lo cierto es que nada impedía que Ciutadans se hubiese presentado a gobernar la Generalitat. Fue la lista más votada y tenía el más amplio apoyo de la ciudadanía. Ni el Estatut, ni el reglamento del Parlament, ni la ley de la presidencia que los dos textos mencionan dicen lo contrario. De hecho, de aquellas mismas elecciones se presentó un primer candidato, Jordi Turull, que no salió elegido.

Aquella mala decisión tuvo consecuencias desastrosas. O, en todo caso, la pérdida de una oportunidad de oro para mostrar a la sociedad catalana que existía un proyecto político que albergaba los campos de la sanidad, la vivienda, la pobreza, la industria y un largo etcétera.

Aquel caso fue excepcional, y probablemente el principio del fin de esa formación. En el caso de Feijóo y su partido existe un conocimiento profundo sobre su forma de gobernar. El PP lo ha hecho en unas cuantas legislaturas. Pero sí podrá evidenciar la debilidad de un Gobierno de Sánchez necesitado de muchos apoyos contradictorios.

Y todo con dos intereses. El primero, preparar su abordaje en el caso de unas elecciones. El segundo, crear la tensión suficiente de cara a un adelanto electoral debido a la falta de apoyos o unos respaldos de difícil digestión.

Puestos a elucubrar, si el popular lograra que JxCat se abstuviera puede que se convirtiera en presidente. Pero si a Pedro Sánchez le erosiona el apoyo de Puigdemont a Feijóo lo machaca. ¿O se creen que sale gratis?

Suscríbete para seguir leyendo