artículos de broma

Ciudadano Feijóo

Javier Cuervo

Javier Cuervo

Es bueno que los ciudadanos manifiesten sus criterios y es útil que, al hacerlo, se les pueda contar. Tanto la fiesta nacional de Cataluña como el acto de Sociedad Civil Catalana han dejado a sus respectivas hinchadas el recuerdo de jornadas alegres, pero la diada y la domingada han quedado tibias en participación.

Alberto Núñez Feijóo fue a la manifestación en contra de la amnistía y de la autodeterminación de Cataluña porque está a favor de la igualdad de los españoles, pero lo hizo —según propia declaración— como un ciudadano, no como presidente del PP. Da un apoyo no institucional sino personal y declaró que el plan del gobierno —que el gobierno no ha explicado ni reconocido— es una “cacicada”. Ahí puede hablar como gallego, porque en su tierra el caciquismo alcanzó su más exquisita expresión. Isabel Díaz Ayuso, siendo presidenta de la Comunidad de Madrid, y llevándose consigo a todo el gobierno (menos uno) a la domingada, es decir a ser domingueros en Barcelona, acudió en calidad de Isabel Díaz Ayuso. Cuando asoma su cabeza y guiña un ojo por debajo de la axila saludadora Feijóo, se la ve más a ella que a él, como ciudadana y como cargo.

Ayuso está por encima de su cargo mientras Feijóo se apea de él para acudir a esta manifestación que apoya como ciudadano. O sea, Feijóo está de acuerdo como persona, pero no tanto como presidente del PP e Isabel Díaz Ayuso está de acuerdo toda ella, sin fisura, sin duda, sin distingos.

Manuel Fraga, que fue veneno en las urnas para su partido, era indisolublemente Manuel Fraga porque en pijama y durmiendo era el presidente de la derecha popular. Fue un indudable Fraga ejerciendo de presidente de Galicia cuando aceptó apearse del partido nacional. Feijóo ha hecho el recorrido inverso de Fraga: le llamaron para que subiera el escalón a Madrid, se lavó los regañadientes, aceptó, llegó a Génova desde la presidencia de la Xunta, y ahora ejerce de presidente del partido sin su propia estructura de confianza y dejando de serlo en manifestaciones políticas relevantes.

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