Luchar contra la inflación sin un Gobierno al mando

Gemma Martínez

Gemma Martínez

España volvió a apurar los plazos y remitió a la Comisión Europea el Plan Presupuestario de 2024 en el último día hábil para cumplir con la normativa comunitaria. El documento, que incluye las previsiones macroeconómicas y la evolución de las finanzas públicas del país, es más insólito que nunca. Lo remite a Bruselas un Gobierno interino, sin que exista todavía una fecha decidida para la investidura del candidato socialista Pedro Sánchez y sin haber podido así iniciar la tramitación del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE). Los detalles del plan se conocerán hoy, pero todo apunta a que incluirá una previsión del déficit público del entorno del 3% del PIB para el próximo año y que no se recogerán grandes cambios en política económica al estar el Gobierno en funciones. De este modo, se puede intuir que el documento asumirá que no se prorrogarán las medidas antiinflación que vencen a final de año, como explica Rosa Sánchez.

La Comisión Europea examinará el proyecto y emitirá un dictamen al respecto antes del 30 de noviembre, momento en que España todavía continuará sin tener nuevos presupuestos. La previsión más optimista de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, es acelerar las negociaciones para que las cuentas puedan aprobarse en enero.

Esta incertidumbre, sin un Gobierno a los mandos del país casi tres meses después de las elecciones, se produce en un momento internacional crucial, con dos guerras en marcha y con una economía en fase de enfriamiento. Los tipos de interés seguirán altos más tiempo de lo previsto y la inflación disparada difícilmente bajará del 2% antes de 2025. Todo indica que estos condicionantes lastrarán el crecimiento económico y el dinamismo del mercado laboral en el que Sánchez confía para acelerar la reducción del déficit a la que se ha comprometido con Bruselas. Corregir el rumbo será esencial y requerirá que haya un Gobierno al timón cuanto antes.

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