360 grados

Como poner al zorro al frente del gallinero

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

La próxima Conferencia sobre el Cambio Climático, que hará el número 28 de las celebradas y comenzará el próximo 30 de noviembre en los Emiratos Árabes Unidos, no parece presentarse precisamente bajo los mejores augurios.

Así, el país anfitrión acaba de anunciar un proyecto gasista de gran envergadura: su compañía estatal Adnoc invertirá en dos yacimientos del lecho marítimo (offshore), los de Hail y Ghascha, frente a sus costas.

El objetivo es la extracción de cerca de 42,5 millones de metros cúbicos de gas hasta el año 2030.

En el proyecto participarán la compañía constructora y petrolera de Abu Dabi, NPCC, y las italianas Saipem y Tecnimont, que se ocupará de la infraestructura en tierra.

Es cierto que, como explicó Adnoc, se utilizarán en él “innovadoras tecnologías descarbonizadoras” que permitirán almacenar anualmente hasta 1,5 millones de toneladas de CO2.

Sin embargo, el portal Climate Action Tracker, grupo dedicado a vigilar el cumplimiento por los gobiernos de sus compromisos de reducción de las emisiones de CO2, dice no creerse que se trate de un proyecto “climáticamente neutro”.

“No hay en el sector energético proyectos que puedan considerarse como totalmente libres de emisiones “, afirma Mia Moisio, experta de esa organización, según la cual mayor parte de las emisiones se producen en la combustión, no en la extracción del gas natural.

La Conferencia del Clima estará presidida por Sultan Ahmed Al Jaber, ministro de Industria de los Emiratos además de director general de la petrolera estatal, y será así la primera vez que esa conferencia de Naciones Unidas la presida alguien al frente de una empresa del sector energético.

Según Mark Maslin, profesor de cambio climático en el University College de Londres, las grandes empresas de ese sector estarán así implicadas de lleno en esas negociaciones.

Por si fuera poco, la Unión Europea estará representada en la reunión de Dubái por el nuevo comisario de Acción por el Clima, Wopke Hoekstra.

El holandés fue ratificado para ese puesto por el Parlamento Europeo aunque, a juzgar al menos por su carrera empresarial, pudiera no parecer el más idóneo.

Así, Hoekstra trabajó durante varios años para la multinacional petrolera Shell y fue luego contratado por la consultora estratégica McKinsey antes de convertirse en viceprimer ministro y titular de Exteriores del Gobierno holandés.

Durante la pandemia del Covid-19, Hoekstra se destacó como “halcón de la austeridad” hasta el punto de acusar en una reunión del Eurogrupo a sus colegas mediterráneos de no tener margen presupuestario por culpa de sus derrochadoras políticas antes de pedir que se investigara por ello a España e Italia.

Según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, el nombre de ese azote neerlandés de los países del Sur aparece en una de las listas de los llamados “papeles de Pandora”.

Hoekstra ocultó durante años decenas de miles de euros en una sociedad fantasma de las Islas Vírgenes británicas para invertir luego el dinero en una empresa de safaris en el África oriental. Evidentemente, la próxima Conferencia sobre el Cambio Climático no pinta nada bien. Es como poner al zorro al frente del gallinero.