Todo mi apoyo a la Ribeira Sacra para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad

Francisco Peña

Francisco Peña

Desde la balconada del salón Quitapesares, uno de los rincones con más encanto del Parador de Santo Estevo, un lugar mágico para dar rienda suelta a la creatividad, al tiempo que disfrutar de unas vistas espectaculares del cañón y de los exuberantes bosques de robles y castaños tan característicos de la Ribeira Sacra, además de la posibilidad de divisar alguna de las especies que pueblan estos parajes, como el jabalí, el corzo, la ardilla el tejón o el milano negro. El antiguo uso sanitario de este espacio, formaba parte del complejo de la enfermería del monasterio o ínfirmatorium, donde los enfermos se recuperaban de sus dolencias con baños de sol, aire puro y el frescor aportado por el río Sil.

El monasterio benedictino de Santo Estevo de Ribas de Sil, construido entre los siglos XII y XVIII (su existencia está probada en el siglo X, si bien su origen parece remitirse a los siglos VI y VII, convirtiéndose en uno de los centros monásticos más importantes de Galicia), es uno de los conjuntos más destacados y espectaculares del rico patrimonio monumental de Galicia (declarado Monumento Histórico Artístico), está inmerso en la más frondosa naturaleza ourensana, y desde el 2004 que se inauguró el Parador de Santo Estevo, forma parte de la Red de Paradores. En el diseño del edificio se alternan diferentes estilos arquitectónicos, desde el románico hasta el barroco, destacando en su interior tres preciosos claustros: románico, gótico y renacentista), un impecable hotel innovador y vanguardista (las 77 habitaciones se encuentran en lo que antiguamente fueron las celdas de los monjes benedictinos y desde muchas de ellas se puede divisar una panorámica de los paisajes de la Ribeira Sacra y el cañón del Sil). El Parador se encuentra en un enclave de naturaleza espectacular, en sus antiguas bodegas ahora encontraremos un spa además del jacuzzi en la terraza y sus espectaculares vistas al bosque. Un lugar perfecto para relajarse y desconectar de las preocupaciones y del estrés cotidiano, además de poder disfrutar de su gastronomía, a base de productos autóctonos como las castañas y los vinos de DO Ribeira Sacra, a los que se suman la ternera gallega y los pescados del día procedentes de las rías gallegas.

La Ribeira Sacra engloba 21 concellos del sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense, siguiendo el curso fluvial de los ríos Miño, Sil y Cabe. Sus potencialidades: naturaleza, historia, arte románico, cultura, viticultura heroica, gastronomía, en un escenario ideal para poder disfrutar de la tranquilidad necesaria. El paisaje, formado por bosque autóctono, es ideal para hacer distintas rutas y recorrer en catamarán los cañones del Sil (uno de los principales atractivos turísticos de la zona), sin olvidarme del cañón del río Mao (una de las grandes obras de la naturaleza), y los balcones de Madrid.

En 2006, siendo Julio Castro el director, decidí pasar unos días en el Parador para rematar la publicación: Radiografía ambiental de Galicia, que era mi principal objetivo, y con ese grato recuerdo y estando a punto de acabar mi nuevo libro: El camino hacia la salud ambiental planetaria y un mundo nuevo, decidí repetir la experiencia, que me ayudó a tomar importantes decisiones respecto a la estructura y contenido final de las cuatro partes que conforman el libro, que verá la luz a principios del 2024.

Aprovecho la ocasión para reivindicar una vez más que la Ribeira Sacra, por méritos propios, sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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