Solo será un minuto

Eso es Idiotez Artificial

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Hace tiempo que dejé de ver películas de superhéroes. No les sigo el (algo)ritmo. Todas se parecen por no decir que todas son iguales. Algún día no muy lejano las salas de cine solo se alimentarán de ese tipo de imágenes en las que el estruendo y la repetición toman el mando y destruyen el mundo. Pronto serán innecesarios los actores de carne y hueso porque la IA se encargará de dar a luz a intérpretes que no existen pero que serán tan convincentes o más que los reales. Quién sabe si veremos un supermán encarnado por un Christopher Reeve resucitado o una con 25 años. No hará falta contratar guionistas porque en dos minutos una inteligencia muy artificial te hará cien páginas bobas que meter en un ordenador para que haga el resto.

El cine como fábrica de embutidos para justificar el gasto en palomitas. Lo que seguirá igual es el derroche de destrucción como forma de promocionar a la industria de la construcción. Llegó un momento en el que ese tipo de peliculitas dejó de interesarse por los personajes para centrarse en la demolición. Superhéroes buenos luchando contra los malos sin escatimar en medios para ligar la devastación perfecta. Ciudades enteras arrasadas en espectáculos de furia y destrucción vacuos y fatuos. Cada rascacielos derribado es un monumento de cenizas y escombros a la indiferencia por el sufrimiento de los mortales. No es de extrañar que haya gente impasible ante las imágenes reales de ciudades destruidas por la guerra, tan reales que no son realistas y parecen de mentira. De igual forma que la perfección gráfica de los videojuegos convierte las muertes verdaderas en poco creíbles, los horrores que provoca la idiotez artificial del ser humano terminan siendo bocados de irrealidad que tragamos y digerimos a la hora de comer.