Tosiendo a buen ritmo

José María de Loma

José María de Loma

La tos es la banda sonora de uno mismo estos días. Hay gente que silba o canta y luego estamos los que tosemos. Mi tos es ya un poco pesada pero le estoy cogiendo cariño. Mi garganta y mi caja torácica protestan sin embargo, se resienten. Mi tos y yo ya nos vamos conociendo, ya sabemos los horarios de mayor intensidad, los ataques súbitos de madrugada, el jarabe que alivia, el sorbito de agua que moja el gaznate y suaviza. Toser es un acto sospechoso. La gente te mira con miedo. Aunque bien mirado, nunca mejor dicho, hay gente que siempre te mira así tengas tos o no. La palabra tos es redonda, corta, ágil, rotunda. Solo comparable a sol o a gol. Claro que siempre queda mejor gritar gol de Messi que tos de Messi. Algunos escriben cof, cof cuando quieren escribir que alguien está tosiendo pero mi tos suena más a uf, uf. El farmacéutico me ha recomendado un jarabe que la irá apagando, disminuyendo, atosigando. Atosigar a una tos. No sé si acabaré echándola de menos. A veces, levantarse y no toser es raro. Toser al poner un pie en el suelo para salir de la cama es un síntoma de estar vivo. Perjudicado pero vivo. La segunda tos viene ya en el cuarto de baño y raro es que no se prolongue hasta que uno alcance el primer sorbo de café. “El amor, la tos y el fuego, no pueden ser encubiertos”, dijo el clásico. Camilo José Cela habría añadido: ni las ventosidades.

A mí no me tose nadie, dice altivo un jefe al que de repente le da un ataque de tos. Es una especie de insurrección del yo, de su propio yo, que le tose al yo desafiante. ¿Toserá Tosar? El otro día vi su última película, dirigida por Calparsoro, Todos los nombres de Dios. La vi sin pestañear, o lo que es mejor, sin toser, aunque la trama desfallezca un poco y casi todo se quede en un entretenimiento poco creíble de buenas intenciones. El sagaz crítico de cine tose al director consagrado, que se constipa por una pequeña crítica o coge el sarampión de la vanidad. Toser se va a acabar, aunque el invierno sigue su curso. La vida nos tose y a veces no basta el optimismo o el fármaco. Hay que oponer gallardía. Los gatos tienen tos perruna. Hay toses como quejidos y quien se queja sin tener tos. El nacionalista radical solo tose en su idioma. Un buen periódico es una nación tosiéndose a sí misma. Me gusta cuando toses, porque estás como presente. La nostalgia es el recuerdo de los días sin toses.

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