EDITORIAL

Un hospital de referencia y coruñés

EDITORIAL LA OPINIÓN

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2023 fue un gran año para el Hospital Público de A Coruña. El Chuac rozó su récord anual de trasplantes, quedando a tan solo cuatro intervenciones de la cifra más alta (261, alcanzada en 2018). En total fueron 257 injertos orgánicos que sitúan, una vez más, al centro coruñés entre los diez más trasplantadores de España, solo por detrás de hospitales de comunidades con un mayor volumen de población, como Madrid, Cataluña y Andalucía.

Esas 257 intervenciones suponen un 22% más que en el año anterior y, de ellas, 129 fueron de riñón (19 de donante vivo); 53 de hígado; 49 de pulmón; 22 de corazón, y cuatro pancreáticos. El programa de trasplantes, en los que el hospital coruñés fue pionero, se inició en 1981 y, desde ese momento, se han beneficiado de él más de siete mil pacientes, muchos de ellos cuando se encontraban en “urgencia cero”, lo que supone que su supervivencia estuviera seriamente comprometida.

Además, el desarrollo de esta actividad médica trae aparejada la adopción de técnicas que en otros puntos del Estado todavía suenan a ciencia ficción. Desde A Coruña se ha avanzado en la utilización de corazones artificiales, lo que permite a los enfermos esperar por la aparición de un órgano compatible o, incluso, recuperar las condiciones óptimas para afrontar con garantías una intervención tan compleja como la sustitución del corazón.

Precisamente, es en cirugía cardíaca en la que más destaca el Chuac, situado como el tercer hospital español en número de intervenciones, solo por detrás del de Puerta de Hierro de Madrid —donde se iniciaron este tipo de intervenciones en 1984— y La Fe, de Valencia.

Pero más allá de las cifras, la realidad, como destacaba esta semana la jefa de la Unidad de Insuficiencia cardíaca y Trasplante cardíaco, Marisa Crespo, es que “hay pacientes trasplantados hace más de 30 años y que hacen una vida absolutamente normal”.

Es muy probable que esta situación que se produce al lado de nuestras casas sea la que ayude a que los coruñeses vayan un poco más allá en la generosidad a la hora de donar los órganos de un ser querido que ha fallecido.

Tanto el gerente del centro, Luis Verde, como el responsable de la Oficina de Trasplantes del centro sanitario coruñés, Fernando Mosteiro, destacaron en la presentación de la memoria de actividad que el éxito del programa depende, en todo caso, de la solidaridad de la población. Una solidaridad que, en esta ocasión y por segunda vez en la historia de Galicia, ha provocado que el porcentaje de negativas familiares a donar los órganos de sus seres queridos ya fallecidos fuera menor que la media española, en concreto un 15,5% frente al 18%, índice que en el caso del Chuac bajó al 6%.

De esta forma, la tasa de donación en el área sanitaria de A Coruña se situó en 58,3 donantes por millón de habitantes, muy por encima de la media estatal, que es del 48,9 y de la autonómica, del 40,5. Supera, además, el objetivo de 50 marcado por la Organización Mundial de la Salud para el 2023.

Solo seis de cada cien familias que se han visto en el siempre doloroso trance de tener la posibilidad de donar los órganos de un ser querido que ha fallecido se han negado a ello. Sin lugar a dudas, la mejor demostración de esa solidaridad que, tal y como se destaca muchas veces, siempre muestran los coruñeses.