Opinión

Jodie Foster

La ola le va a llegar, porque promete hacerse grande. La mano en el fuego que en las manifestaciones del viernes, Día Internacional de la Mujer, un nuevo 8-M, leeremos pancartas clamando a Jodie Foster. Pancartas que serán, sin embargo, andanadas al crítico de cine Carlos Boyero, a quien no le ha gustado cómo aparece Foster en la última temporada de la serie True Detective. Lo cuenta en una entrevista radiofónica que, nada más comenzar, tiene mala pinta. Cuenta que, a pesar de “quererla” y seguirla desde que era niña, en esta serie no le gusta ni verla ni oírla porque está como “avejentada”. Ojo, que el señor Carlos Boyero no ha entendido nada y actúa con una temeridad sobrecogedora. Avejentada. Envejecida. Carles Francino acierta a decirle que claro, que es mayor y no se ha hecho nada, algo que a Boyero le debe disgustar por la forma como arruga la expresión al comentar, sorprendido, que hasta cree que hay planos en que la maquillan para que esté más fea. “Querer” toda la vida a una actriz para que llegada su madurez, esplendorosa madurez interpretativa, venga un señor a comentar que la ve vieja y fea. No creo que a estas alturas haya que explicarle nada del cine a Carlos Boyero, ni explicar su estilo a nadie que siga la crítica cinematográfica… aunque haremos lo primero para poner de manifiesto que no solo es menospreciable su comentario, que la arruga expresa y es auténtica, sino que ignora dos de las herramientas fundamentales del audiovisual para meternos en las historias, la caracterización y la iluminación. Boyero insiste: está mayor y digamos que hay gente que envejece de una manera y otra de otra. Puede ser que alguien vea a Jodie Foster vieja y fea, por supuesto, donde Boyero se equivoca es en considerar esas dos condiciones subjetivas en algo a destacar en una crítica profesional a su trabajo como actriz.

Y dirán que es una anécdota. Es solo un comentario, dirán algunos, que consideran artículos como este un ejercicio desmedido, que estáis a la que saltáis, etc. Bueno, es que estamos hartas de los comentarios que buscan vaciarnos para poner el foco en la arruga del entrecejo. Pues sí, no solo está, sino que se ahonda con tanto comentario menospreciable.

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