Opinión | Billete de vuelta

Corrupción sistémica

El enriquecimiento ilícito mediante la apropiación indebida de fondos públicos es delito de mayor cuantía por cuanto supone distraer dinero que deja de emplearse en el bien común. Hacerlo en beneficio propio a costa del sufrimiento de los demás durante la pandemia, mediante el cobro ilegal de comisiones a través de la compra de mascarillas, con el agravante además de entregas en mal estado, como en el caso de Baleares que ahora salpica a la actual presidenta del Congreso, habla de la ausencia de escrúpulos de una banda de facinerosos a los que cerca la investigación judicial.

Cabría preguntarse si en este país la corrupción es sistémica, por cuanto ha afectado a los dos partidos políticos principales en distintas épocas y administraciones diferentes. La lista de casos llegados a los juzgados durante los últimos años es extensa. Ocurre porque en España el modelo de contratación pública sigue siendo poco transparente. Que los ayuntamientos, por lo general escasos de personal y asesoramiento, dispongan de las competencias urbanísticas ha dado pie también a espectaculares pelotazos. El dinero ilícito ha ido en ocasiones no solo a manos de los corruptos, sino también a la caja negra de los partidos políticos, que han encontrado en prácticas ilegítimas una manera opaca de financiarse. El ciudadano contempla estupefacto que el corrupto goza de cierta sensación de impunidad; y no porque la justicia no sancione, sino porque tarda en sancionar.

De alguna manera, la corrupción es como una enfermedad pandémica: existe en multitud de países, seguramente con desigual virulencia, pero siempre con fuerte quebranto de las cuentas públicas. Podría decirse que se trata de un mal contagioso difícil de combatir, pues es capaz de adaptarse a las medidas correctivas. Ya que el último caso de mordidas destapado en España tuvo que ver con el delicado ámbito de la salud durante la crisis del covid, cabría continuar con el símil sanitario: la corrupción es un tipo de cáncer que, si no se toman medidas serias para prevenirlo o no se lo extirpa de raíz, acabará destruyendo al sistema.

Suscríbete para seguir leyendo