Tras dos años y medio de trámites administrativos, la Consellería de Medio Ambiente dio el visto bueno a finales de noviembre al proyecto del poliducto que conectará la refinería de Repsol con el puerto exterior, al aprobar la declaración de impacto ambiental de esta infraestructura y del pantalán que la petrolera debe construir para operar en punta Langosteira. El poliducto tendrá una longitud de 3,8 kilómetros, de los que 2.500 metros discurren por Arteixo y 1.300 por A Coruña. Antes de comenzar la construcción, con un tiempo de ejecución previsto de doce meses, Repsol, que invertirá 27 millones de euros en la nueva zona de descarga y en el poliducto, deberá solicitar las licencias de obras en los dos ayuntamientos, y redactar el proyecto de ejecucións. Con este programa, Repsol no podrá operar en Langosteira el 14 de abril de 2018, como figura en el acuerdo que firmó con el Puerto.