Es muy importante vigilar y cuidar desde pequeños nuestros oídos si no queremos perder audición. Hay que evitar los ruidos muy fuertes y, además, seguir las revisiones periódicas que nos indique nuestro médico de familia, especialmente si se ha pasado la barrera del medio siglo. También es importante mantener una higiene determinada, de cara a evitar infecciones o tapones.

Pero, contrariamente a lo que muchas personas piensan, su limpieza no se consigue con los famosos bastoncillos. De hecho, en el plástico o envoltorio de los mismos suele aparecer una nota que advierte de que estos palitos no están diseñados para ser introducidos en el conducto auditivo.

El médico de familia y miembro del Grupo de Educación para la Salud del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFyC), Francisco Camarelles Guillem, explica cómo hacerlo: "La parte externa con agua y jabón, como nos limpiamos con otras partes del cuerpo. La parte interna nada. El conducto auditivo interno produce unos mecanismos de defensa, que es el cerumen, con propiedades antibacterianas, y por tanto no hace falta limpiar los conductos".

Pese a la creencia de que tener cera es malo, el experto subraya que no, que es normal y que, de hecho, debe haberla porque es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo. "No hace falta limpiar los oídos de manera rutinaria", precisa, si bien reconoce que hay personas a las que se les acumula más que a otras, que tienen más cera. "La cera es algo que nos previene de infecciones de otitis, con lo cual no hay que removerla a no ser que venga con tapón", precisa el médico de familia.

Por ello, insiste al recomendar que hay que lavarse los oídos por fuera y no hacerlo con los bastoncillos. "Lo único que se conseguirá si se usan es que la cera vaya para atrás y pueda hacerse un tapón. No necesitan ningún tipo de lavado interno. Si es una persona de tapones de forma crónica se podría pensar en sprays de agua con sal, pero solo en casos extremos y, siempre, bajo prescripción médica", resalta Camarelles.

Sobre cuándo acudir al médico por taponamiento, el especialista indica que cuando comience a notarse que no se oye bien. En este sentido, incide en la importancia de no intentar por uno mismo quitarse la cera si se nota que puede haber un tapón. Hay que acudir al médico a la mínima que se perciba una pérdida de audición. "Hay que acudir al médico cuando se note que no se oye bien. Aunque no se sepa si hay tapones, el médico revisará el oído, verá si los hay, y en tal caso procederá a quitarlos", agrega.

Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, la miembra de la Comisión de Otología, Elisa Gil-Carcedo, explica que el oído tiene una limpieza natural que no debe manipularse con el bastoncillo. "Si se introducen los bastones se puede hacer el tapón de cera aún más duro, hay que tener cuidado. Hay que limpiarse lo que se ve desde el exterior con toalla o algodón, con higiene personal", comenta.

La tendencia a tener más o menos cerumen es individual, señala, y si se hacen extracciones de tapón deben practicarse por profesionales sanitarios. "Hay muchos productos como sprays que no se deben aplicar si no hay indicación médica porque se genera humedad en el conducto auditivo y, con ello, se puede producir un edema, una inflamación y una consiguiente infección", alerta.

Esta experta también alerta del peligro de usar los bastoncillos para limpiar el oído, ya que, según insiste, meten hacia dentro la cera que por migración natural debe salir hacia fuera. Por ello, recalca que el cerumen debe ser limpiado solo cuando ya está en la entrada del conducto auditivo. "Ahí se puede limpiar. Nunca introduciendo ningún bastoncillo en el conducto. Estos bastones tienen esa forma para limpiar los pliegues del pabellón auricular, pero no para ser introducidos en el conducto", agrega.

En cuanto a por qué unas personas tienen más cera que otras, Gil-Carcedo recuerda que se trata de una predisposición individual, "igual que la caspa", ya que cada persona tiene un ritmo de higiene diferente. Sobre acudir al médico o no por taponamiento, esta especialista también hace hincapié en que hay que hacerlo siempre que haya sensación de ocupación del conducto.

"Es función del médico de atención primaria valorar si se puede retirar el tapón por enfermería, siempre que no haya habido una patología previa, o bien decidir si derivarlo al otorrino", indica, a la vez que comenta que los tapones se producen también en personas mayores que tienen audífonos porque meten el aparato hacia dentro; por lo que estos tendrán que hacer más hincapié en su limipieza.

Finalmente, destaca que hay que utilizar sustancias anticeruminosas que disuelven el tapón, pero nunca ningún spray que arrastre el tapón, y si se emplea, siempre bajo indicación medica. También, la otorrinolaringóloga dice que se puede disolver con agua oxigenada diluida, pero siempre bajo prescripción medica. "Antes de manipular un tapón hay que estar seguro de que lo hay", precisa.

CONSEJOS PARA CUIDAR LOS OIDOS Y EVITAR TAPONES

1. Mantener una higiene y evitar ruidos traumatizantes.

2. Evitar la toma de ototóxicos, como ciertos antibióticos o aspirinas a altas dosis.

3. Tener cuidado con muchos quimioterápicos, que aunque no se pueden evitar en muchos casos, sí saber que pueden producir una hipoacusia.

4. Cuidar muy bien los procesos catarrales de vía alta porque se puede afectar al oído medio en última instancia.

5. Se desaconseja el uso del bastoncillo porque puede producir lesiones mayores. "Mucha gente se hace heridas en el oído y rompen la membrana timpánica. Hay que evitar el uso de bastoncillos", insiste.