El omeprazol es uno de los medicamentos más conocidos en España. En 2015, este fármaco fue el más ingerido en el país, con una venta superior a los 50 millones de envases. Popularmente, se cree que es un protector de estómago, pero en realidad su uso está pensado para disminuir el exceso de ácido gástrico estomacal.

El medicamento pertenece a la familia de los inhibidores de bomba de protones y su ingesta ayuda a mantener digestiones menos pesadas. El propio prospecto de omeprazol señala que está indicado para tratar esofagitis por reflujo, ardores y regurgitaciones ácidos en la enfermedad del reflujo gastroentérico.

Más allá de esto, se usa también para combatir la úlcera duodenal causada por la bacteria Helicobacter pylori, en este caso combinado con antibióticos. En este punto, hace unos años un estudio compartido entre universidades de Londres y Hong Kong asociaron el consumo de omeprazol con un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago.

Qué problemas puede causar el omeprazol

Los investigadores hallaron que los pacientes que habían superado el Helicobacter pylori mediante el tratamiento de inhibidores de bomba de protones tenían el doble de posibilidades de padecer cáncer, frente a otro grupo que había ingerido otro medicamento para hacer frente al ácido gástrico.

Esta investigación también señala que quienes toman omeprazol de manera diaria tienen cuatro veces más riesgo de sufrir cáncer de estómago que quienes lo toman semanalmente.

El fármaco también ha sido vinculado con un déficit de vitamina B12, aunque esta investigación es solo observacional, pues no se ha confirmado una relación directa en este fenómeno, según afirma la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC).

Desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) avisan de que sí existe un mayor peligro de fractura de cadera, muñeca y columna vertebral por la intervención del omeprazol en la absorción de vitamina B12. Este riesgo es mayor en personas de edad avanzada o con factores de riesgo como la osteoporosis.

Más allá de esto, el fármaco se vincula a casos de hipomagnesemia, lupus eritematoso cutáneo subagudo y episodios muy raros de hepatitis, leucopenia, candidiasis gastrointestinal, alopecia y fotosensibilidad.