Ricardo Amils es además un experto en astrobiología,"que no es más que la incorporación de la biología en todos los programas dedicados a la búsqueda de vida en el espacio", declaró el catedrático. Para el experto, esta ciencia trata de responder a la pregunta de si estamos solos, de buscar vida fuera del planeta azul, además de intentar evaluar las posibilidades que la vida puede tener en otros planetas, como por ejemplo, en Marte.

La astrobiología recurre al estudio en condiciones y lugares extremos en la tierra, dada la complicación y las limitaciones que aún existen para investigar la posibilidad de vida en otros planetas.

Pero no hace falta recurrir a la investigación espacial para comprobar la aplicación práctica de este organismo vivo. Las algas sirven sobre todo, y por un precio mínimo, para la creación de biomasa que funcione como fuente de energía. Según Amils, las algas que existen en la localidad onubense de Rio Tinto producen cerca del 65 por ciento de la biomasa que allí se genera.

Las minas de Rio Tinto han servido también a los científicos para comprobar como las algas son capaces de absorber los metales tóxicos derivados de un actividad minera de muchos años. Para Amils, este descubrimiento es muy importante, puesto que permite utilizar a esos organismos para descontaminar suelos y aguas.

La biominería, la ciencia de extraer metales utilizando microorganismos, es otro de los usos que se le pueden aplicar a las algas. Según Amils "hoy en día el 50 por ciento del cobre del mundo se extrae de esa manera".

Esta cuarta edición del Congreso de Ficología, que por primera vez se celebra en Oviedo, reune a científicos que debatirán sobre temas que van desde el cambio global,tanto en aguas costeras como continentales, hasta de biología molecular aplicada al estudio de algas.