Todas estas revelaciones salen de una entrevista con la editora Alice Schwarzer para el último número de la revista "Emma".

Ella se encarga de cocinar y preparar platos con lo que su marido ha comprado. "\u00A1Justo este fin de semana acabo de hacer una tarta de grosellas!", explica.

En 1993, Merkel ya defendió en una reseña que escribió para la veterana revista feminista "Emma" al "hombre que friega y limpia el váter".

En esta ocasión, Schwarzer se interesa por cómo funciona el matrimonio Merkel-Sauer de puertas para adentro y cómo se reparten las tareas del hogar.

"Tenemos una empleada doméstica, pero no lo hace todo. Para lo demás, solemos ponernos de acuerdo, si uno pone la colada, el otro tiende o va a hacer la compra", apunta la canciller.

La limpieza, sin embargo, es una tarea exclusiva de la empleada, aunque cuando está de vacaciones, Merkel y su marido se distribuyen el trabajo.

Por otra parte, cuando le invitan a conferencias internacionales, a Merkel le gusta que su marido le acompañe, y por lo tanto le anima a ello, sin forzarle.

Joachim Sauer, físico de profesión como su esposa, se muestra en ocasiones encantado de acudir a ciertas citas, pero lo más importante para él al tomar la decisión es seguir manteniendo su trabajo como científico.

Asimismo, la canciller habla sobre su peinado y su forma de vestir. "Tengo una esteticista que me ayuda. Por supuesto, me preocupo de llevar un estilo muy práctico, el peinado tiene que mantenerse en su sitio doce horas o más, y no puedo ir a empolvarme la nariz cada dos horas. Tengo que controlar el tiempo", señala.

Merkel dispone además de una modista propia, que le ayuda a escoger los atuendos más adecuados para cada ocasión, pero según confiesa, el fin de semana le encanta llevar vaqueros y un jersey.