Mayores y pequeños definen la violencia de género y los malos tratos basándose en las muertes y las palizas que les transmiten los medios de comunicación. Son muy pocos los que reparan en la necesidad de una educación en valores, que parta de la igualdad entre hombres y mujeres para evitar las actitudes sexistas de los jóvenes que puedan dar paso a la violencia propiamente dicha con el paso de los años. Son las conclusiones del departamento de Igualdade e Participación Cidadá sobre las encuestas realizadas a los alumnos coruñeses para elaborar una guía de prevención integral de la violencia de género en los jóvenes.

Un total de 421 estudiantes de 4º de ESO y 1º de Bachillerato de catorce institutos coruñeses -que representan el 82 de los centros públicos de la ciudad- realizaron las encuestas de los talleres sobre violencia de género y educación afectiva, emocional y sexual organizados por la concellaría de Igualdade. De los encuestados, el 47% eran niñas con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años que, según los resultados presentados por la concejala Margarida Vázquez, "son más tolerantes que los niños en casi todos los ámbitos analizados". En este sentido, destacó como "tema recurrente" la homofobia, que "demuestra la concepción patriarcal que tienen los hombres" dadas las actitudes "menos sexistas" de las alumnas.

En cuanto a las tareas domésticas, el estudio concluye que muchos varones "consideran que las mujeres tienen esa especialización por naturaleza", al responder que "las cosas de casa pueden compartirse pero las mujeres están mejor dotadas" para realizarlas. Sin embargo, Vázquez hizo referencia a la importancia de las "relaciones amorosas" entre adolescentes, "en las que existe una mayor confusión entre los alumnos" por pensar que la violencia de género "son las consecuencias y actitudes finales", con el maltrato e incluso la muerte.

La coordinadora de los centros y programas del departamento de Igualdade, Beti Rico, explicó que la guía -"itinerario metodológico"- "está fundamentada para redactarse gracias a los resultados de las encuestas y talleres" y que estará disponible, tanto para la comunidad educativa como para las familias y los educadores no formales, como el monitorado de asociaciones de ocio y tiempo libre, "a finales de enero como muy tarde".

Para elaborar la guía, Rico aseguró estar siguiendo el principio de fomentar una educación en igualdad de condiciones en la que se forme a la persona de manera que pueda extraerse lo mejor que lleva dentro. De esta forma, añadió, "procuramos ir a la fuente de donde beben los adolescentes" para modificar sus actitudes sexistas y "hacer que reflexionen y sean críticos".

Entre las dificultades para llevar a cabo las iniciativas educativas "a favor de la igualdad y en contra de la violencia de género", la coordinadora solicitó una "actitud compartida" por el conjunto del profesorado, "que muchas veces consideran que son neutros en las clases que imparten y en realidad, de forma inconsciente, están fomentando actitudes sexistas" entre los más jóvenes.

Por su parte, los docentes evaluaron los talleres realizados y sugirieron, a través de las mismas encuestas, que se imparta una mayor formación para familias y profesores "que sea flexible en función de las actividades de cada centro", que las materias sobre estos aspectos sean transversales "y no algo puntual", y que los propios talleres sean "más dinámicos".

Finalmente, Margarida Vázquez reconoció que, hasta el momento, estaban "trabajando a ciegas" al no recoger las opiniones de los protagonistas de los talleres y que, gracias a las reflexiones de los alumnos, "pronto habrá resultados".