Los locales de venta de prensa pueden volver a comercializar tabaco gracias a la conocida como ley ómnibus, que entró ayer en vigor, y que modifica el artículo 4 de la ley antitabaco por el que quedaba prohibido que estos establecimientos ofrecieran cigarrillos a sus clientes.

"Con esta modificación se pone fin a cuatro años de discriminación injusta", señaló ayer el presidente de la Asociación Provincial de Vendedores de Prensa de A Coruña (APRE), Antonio Sande, quien además subrayó que, en febrero de 2006, el Gobierno ya modificó la ley antitabaco para permitir la venta de este producto en los quioscos de la vía pública, pero "inexplicablemente, dejó fuera a los locales comerciales de venta de prensa". "Lo que hizo en aquel momento el Ejecutivo central fue poner una especie de parche para tratar de contentar al sector, pero fue peor el remedio que la enfermedad, porque lo que consiguió con esa medida fue generar aún más competencia entre los establecimientos que sí podían vender cigarrillos y los que no", indicó Sande.

El presidente de APRE puntualizó, sin embargo, que la "ley ómnibus" no permitirá comercializar cigarrillos a todos los locales de venta de prensa. "Los establecimientos que no tienen salida a la vía pública, como los que se encuentran en los centros comerciales, siguen sin poder vender tabaco", destacó Sande, y añadió: "La entrada en vigor de la ley antitabaco ha provocado importantes pérdidas en nuestro sector, porque de los 1.200 locales de venta de prensa que hay en la provincia de A Coruña, hasta ahora sólo unos 60 podían ofrecer cigarrillos a sus clientes", especificó.

Antonio Sande reconoció, no obstante, que el negocio de la venta de tabaco no es "especialmente rentable" para los quiosqueros por los gastos que genera, aunque admitió que "sí mueve un importante flujo de clientes". "La ley antitabaco nos obliga a poner una máquina expendedora de cajetillas que cuesta, aproximadamente, unos 3.000 euros. Tras la primera modificación de la norma, en febrero de 2006, las propias distribuidoras nos financiaron su compra. Pero a día de hoy, con la situación económica tan delicada que está atravesando todo el mundo, con la caída de la publicidad y todo lo demás, no sabemos si volverá a ser así o si los que quieran vender van a tener que pagar el artilugio de su propio bolsillo", indicó. "A esto se suma -continuó Sande- el hecho de que por cada cajetilla sacamos una ganancia media de unos 15 céntimos. Pero al final nos compensa, porque el tabaco atrae clientela. Y el que se acerca hasta el establecimiento para comprar cigarrillos casi siempre se acaba llevando algo más", aseguró el presidente de APRE.

"Mayor descontrol"

Por su parte, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), consideró ayer que la reforma legislativa que permite a todos los locales de venta de prensa con salida a la vía pública comercializar tabaco aumentará el "descontrol" sobre la venta a menores e incrementará el número de adolescentes fumadores. "El artículo 46 de la ley ómnibus facilitará aún más la accesibilidad de los menores al tabaco, ya que el aumento del número de puntos de venta traerá consigo más descontrol por definición, manifestó el portavoz del CNPT, Rodrigo Córdoba.

Para Antonio Sande, sin embargo, este tipo de argumentos son "una estupidez" porque "el que quiera fumar va a comprar tabaco en donde sea". "Los vendedores de prensa siempre nos hemos posicionado a favor de la parte de la ley antitabaco que busca proteger la salud de los ciudadanos limitando el consumo de los cigarrillos en los lugares públicos. Sin embargo, no estamos para nada de acuerdo con que se ataque su comercialización, y mucho menos aún con que se limite sólo a determinados establecimientos, porque se trata de un producto legal", subraya.

La puesta en marcha de la "ley ómnibus" es "una incoherencia" que "va en contra del espíritu de defensa de la salud pública que abandera el Ministerio de Sanidad al querer endurecer la actual ley antitabaco", según afirmó ayer el coordinador del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Juan Antonio Riesgo, quien aseguró que los profesionales sanitarios tienen la sensación de que con la reforma legislativa el Gobierno "intenta contentar a muchos sectores al mismo tiempo". "La prohibición de fumar en lugares públicos cerrados entra en total contradicción con la ley ómnibus, que facilitará el acceso al tabaco, especialmente entre los más jóvenes", explicó.

La Administración "debe tener presente que el tabaquismo es el principal problema de salud pública en España, y que la lucha contra esta enfermedad no debe atender a ningún tipo de razón económica", dijo este experto.