La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó ayer de "irresponsables", "históricamente inexactas" y "científicamente incorrectas" las acusaciones de que la pandemia de gripe A ha sido una suerte de "farsa" o que esta institución sobredimensionó su gravedad.

El responsable de la lucha contra la gripe AH1N1 en la OMS, Keiji Fukuda, dijo que tales alegaciones también son "irrespetuosas" para quienes han padecido cuadros severos de esta infección y, sobre todo, frente a las 13.000 personas fallecidas a causa de la enfermedad.

El experto afirmó categóricamente que el mundo "sí está ante una pandemia", la que se define, principalmente, por su extensión geográfica, más que por su nivel de severidad, según reconoció.

Fukuda recordó que la declaración de pandemia por parte de la OMS siguió a la veloz propagación del nuevo virus, que el pasado abril se había detectado en una decena de países y territorios, para pasar a 74 en junio y a 120 en julio.

"No juguemos con las palabras. El nuevo virus de la gripe surgió en Norteamérica, ha matado directamente a 13.000 personas, aunque cuando se cuente, más adelante, con estimaciones más exactas seguramente veremos que el número de víctimas es superior", señaló.

Fukuda negó igualmente que la OMS haya cambiado la definición de la pandemia para hacer parecer que la propagación del virus AH1N1se correspondía con dicho fenómeno.

Con respecto a las acusaciones contra el organismo por supuestamente haber exagerado o sobredimensionado la gravedad de la pandemia, también las rechazó y recalcó que "desde el principio, la OMS dijo que podía ser de moderada a severa", algo sobre lo que había incertidumbre total en ese momento.

"Nosotros hemos actuado con equilibrio y responsabilidad en la información que hemos compartido con el público. No hemos ni sobredimensionado, ni subestimado nuestra evaluación, justamente para reducir la confusión", insistió.

Fukuda explicó que en los análisis prevaleció el "principio de precaución", es decir "prepararnos para lo peor y esperar que ocurriese lo mejor".

El experto de la OMS también negó de plano las insinuaciones y acusaciones directas sobre connivencia con la industria farmacéutica, de modo que esta pudiese vender más vacunas y medicamentos para combatir la gripe A.

Fukuda dijo que la OMS mantuvo contacto con farmacéuticas y laboratorios para garantizar que éstos aunarían esfuerzos en la lucha contra la pandemia, pero que "en ningún caso fuimos influenciados por intereses comerciales". Del mismo modo, subrayó que se utilizaron mecanismos para evitar eventuales conflictos de interés de los expertos que asesoran al organismo.

Al abordar el malestar de varios países occidentales que compraron decenas de millones de vacunas temiendo lo peor y que ahora se encuentran con enormes existencias de las mismas, Fukuda aclaró que ningún país pidió consejo a la OMS sobre "cuántas vacunas comprar". "No participamos en ninguna discusión de ese tipo", sostuvo, y comentó que para las autoridades sanitarias resultaba muy difícil saber cuántas vacunas necesitarían.