Galicia siempre ha estado a la cola de España en plazas asistenciales para mayores pero ahora se da la paradoja de que a la Xunta le está costando llenar los centros de día que se han ido construyendo en los últimos años. El problema está en el rural, donde existen muchas reticencias a utilizar este tipo de servicio. En los pueblos aún pervive la mentalidad de que dejar a un padre o a una madre en una residencia es abandonarlo y muchos piensan que como en casa no se está en ningún sitio. Por esa razón el Gobierno gallego está promocionando los centros de día entre la población del rural para intentar convencer a la gente de que usen el servicio y conseguir así ocupar todas las plazas.

Los técnicos de la Consellería de Traballo recurren a los poderes fácticos de cada pueblo -el médico, el cura o el farmacéutico- y, a través de ellos, intentan persuadir a la población de las ventajas de los centros de día. "Si el médico, que es una institución, recomienda el servicio es más fácil. Además ellos son los que saben de primera mano quienes tienen dificultades y les pueden ofrecer alternativas", explica Encarna Álvarez, técnica de Xerontoloxía del Área de Benestar del Consorcio.

También se acude al tejido asociativo de cada comarca para difundir en qué consiste el servicio y se busca que los psicólogos y los terapeutas del centro tengan presencia en los medios de comunicación locales. A los más desconfiados se les permite incluso un día de prueba. A través de campañas como Pasa o día con nós se permite a los mayores ser usuarios de este servicio durante una jornada sin ningún tipo de compromiso. En otros centros organizan jornadas de puertas abiertas para familiares y posibles usuarios.

Toda esta labor es imprescindible para conseguir llenar los centros de día en las zonas rurales. "En algún sitio estamos teniendo dificultades grandes", reconoce Encarna Álvarez. La Consellería de Traballo asegura que tardan hasta nueve meses en cubrir todas las plazas desde la puesta en funcionamiento de cada centro. "Es un servicio que se empezó a implantar hace poco y la gente aún no lo conoce bien", explica Encarna Álvarez. En las ciudades, sin embargo, se copan enseguida las plazas.

El problema en el rural, según Traballo, es que con la creación del Consorcio Galego de Igualdade e Benestar todos los ayuntamientos quisieron contar con su propio centro de día, sin que la creación de nuevas plazas respondiese a una planificación previa. A esto se suma la desconfianza que suscita este servicio entre la población del rural y el resultado es que Traballo debe volcarse en cada localidad para que no queden las plazas vacías.

La Xunta no puede permitirse una sola vacante. "Es un lujo, porque son servicios caros y si no se llenan son aún más caros", explica la técnica del Consorcio Galego de Benestar.

Un centro de día cuesta 1.700 euros al mes por usuario -es el precio de mantener las instalaciones y pagar el personal-. En una residencia de ancianos el coste se eleva a 2.300 euros. Por ese dinero la Xunta podría contratar a un cuidador que atendiera a cada persona mayor en su hogar e incluso le saldría más económico.

Pese a ello, Traballo no renuncia construir los centros de día que están comprometidos. Ahora mismo funcionan 26 en Galicia que ofertan 968 plazas y la previsión es que en 2010 se duplique la oferta.

Los centros de día no calan en el rural. Para el programa de Xantar na casa se dispara la oferta. La Consellería de Traballo cree que es necesario replantearse su oferta de servicios para adaptarla a las peculiaridades de cada zona y a los gustos de la población potenciando aquellas modalidades que tienen más demanda.

Para ello encargará un macroestudio sobre las preferencias de los mayores, que estará finalizado el próximo año. En función de los resultados de esta pesquisa entre la población, Traballo intentará cubrir las necesidades de los gallegos de más edad. De momento, lo que está teniendo más éxito son los programas que permiten la asistencia a domicilio. Así, la Xunta asegura que ampliará la teleasistencia y explica que el Xantar na casa también está teniendo "mucho éxito".

De forma paralela el departamento de Beatriz Mato diseñará un mapa de servicios para poder ubicar en cada zona geográfica los centros y recursos de los que disponen y, en función de esa fotografía, planificar futuras infraestructuras o programas asistenciales.