El diseñador gallego Manuel Bolaño obtuvo ayer el Premio 080 Barcelona Fashion a la mejor colección de mujer con Algo de mí. El jurado ha valorado el poder de transmisión de su propio universo y la calidad de las prendas que presentó en su desfile. Entre los miembros del jurado internacional se encontraban Donald Potard, creador y director de Agent de Luxe y director del grupo Jean-Paul Gaultier durante veinte años; Jean Paul Cauvin, ex manager de la supermodelo Laetitia Casta, y el creador gallego José Castro. Bolaño reside desde hace ocho años en Barcelona y ha trabajado para Mango como diseñador, cargo que abandonó al ser elegido para formar parte del Projecte Bressol. Algo de mí es su sexta colección

-¿Cómo es Algo de mí?

-Es una continuación de la anterior y está inspirada en Vilavella, el pueblo de mi abuela, en Ourense, donde pasaba mis vacaciones.

-¿Sus colecciones son siempre tan personales?

-Normalmente sí, aunque ésta es la más personal de todas y la más inspirada en mi pasado en Galicia.

-¿Siente nostalgia?

-Sí, aunque ahora llevo ocho años en Barcelona y soy mayor, y las cosas no son igual que antes tampoco.

-¿Le gustaría regresar a Galicia y trabajar aquí?

-Barcelona se me ha quedado pequeña. En lo que pienso es en trabajar fuera. En Francia o Bélgica... Necesito cosas nuevas.

-Dice el diseñador José Castro que sus propuestas tienen un toque místico-religioso. ¿Lo corrobora?

-Sí. Mi abuela era muy creyente y, aunque no lo comparta, es algo que respiras desde pequeño, como las historias de Galicia sobre las meigas y sobre los trasnos, que escuchaba contar a mi abuela en el pueblo...

-¿A qué tipo de mujer viste Manuel Bolaño?

-A una mujer atrevida y segura de sí misma y a quien no le gusta la homogeneidad.

-En su perfil de Facebook he visto también a modelos masculinos con algunas de sus propuestas. ¿También están pensados para el hombre?

-Algunas piezas pueden vestir también al hombre. De hecho, hay chicos que las llevan.

-¿Es difícil hacerse un hueco en el mundo del diseño?

-Sí. Al joven diseñador no se le toma en serio, no se apuesta por él, al menos en España. En otros países de Europa, como Francia y Bélgica, se puesta más por los jóvenes diseñadores, se confía más en nosotros.

-¿De qué forma?

-Las ayudas son importantes porque te permiten continuar trabajando, pero lo más importante es que las tiendas compren tus propuestas y aquí esto es lo que falla. Vas a una tienda y lo que te suelen decir es que vuelvas con la próxima colección...

-¿Y los premios?

-Sin duda son importantes, no sólo por la parte económica, sino también por la repercusión que tienen.

-Desde 2007 tiene su propia firma. ¿Su próxima meta sería abrir su propia tienda?

-¡Ojalá!, pero hay que ir paso a paso.

-¿Qué es más importante, el concepto o la calidad?

-En mi caso, las dos cosas. Soy un diseñador que juega con los conceptos y a quien le gusta que sus diseños transmitan algo, pero también cuido mucho la calidad. Soy muy perfeccionista.

-¿Tiene algún diseñador fetiche?

-Todos, porque de todos aprendes y de todos sacas cosas nuevas; incluso de aquellos que no te gustan.