-Se les exige un plan de ahorro a las universidades para definir el nuevo plan de financiación, que entrará en vigor en 2011. ¿En qué deben recortar?

-No me compete a mí decirlo, son entes autónomos. Serán ellas las que prioricen y propongan cómo pueden mejorar su rendimiento. El nuevo plan de financiación ya no se puede medir por número de alumnos ni se puede hacer un plan que prime la ineficiencia. Ahora las universidades compiten a nivel europeo. Los indicadores los fijaremos en septiembre con ellas.

-¿Tendrán menos fondos debido a la crisis?

-La universidad tiene que ser eficiente: transferir el conocimiento a la sociedad tiene que ser mucho más rápido. ¿Estará limitada en los próximos años por la situación de crisis? Pues sí, claro, nada se escapa. El propio CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas) establece que hasta 2014 no se van a incrementar los fondos a las universidades. En un documento habla de ineficiencia de las universidades, de plantillas sobredimensionadas, de elevado número de profesorado y personal... Hay que buscar un sistema acorde a esta época y pensando en una universidad competitiva. El Gobierno nos asfixia a las comunidades, también a los concellos y esa asfixia llega a todo el mundo.

-¿Plantean reducir profesorado teniendo en cuenta que el número de alumnos ha bajado?

-Las universidades tienen que hacer colaboraciones y compartir recursos. Este año, con la adaptación a Bolonia, hubo una reestructuración importante de titulaciones que estaban repetidas y no había alumnos. Pasamos de 148 a 120 titulaciones. En cuanto al profesorado, hay áreas más sobredimensionadas que otras. Si, como profesor, tienes una plaza fija, pues la tienes, estás adscrito a una universidad. Pero de cara al futuro: hay que empezar a hablar de titulaciones compartidas entre las universidades. El profesorado de una universidad puede impartir módulos a alumnos de otros campus, sin tener que mover al alumnado. Ya se está empezando a hacer con la creación de grupos de investigación conjuntos, con personal de varias universidades. Si las universidades se hacen eficientes serán más prestigiosas y con más apoyos.

-¿Caerán proyectos de investigación que no sean rentables?

-El nuevo plan de financiación exigirá a las universidades resultados de la transferencia de conocimiento a la sociedad, indicadores de calidad de la enseñanza, número de alumnos colocados y medirá los resultados de cada proyecto. Pero, insisto, serán las propias universidades las que prioricen qué actuaciones les están dando buenos resultados y cuáles no.

-¿La captación de financiación privada, asignatura pendiente, es la salida?

-Estamos muy lejos de la media europea e internacional. Es necesario incrementar estos fondos en una cuantía muy superior a los públicos. Por supuesto. Y esto no significa privatizar. Aumenta la calidad.

-Oposición y sindicatos alertan de que Educación recortará 1.000 docentes en la enseñanza obligatoria el próximo curso.

-No es cierto. El año pasado se nos acusó de lo mismo y acabamos con 200 profesores más. Confunden a la gente. Justo acabamos de sacar 20 nuevas plazas de acompañantes, auxiliares y cuidadores. ¿Que hay situaciones que necesitan ajustes? Pues sí. No podemos mantener ciertas ratios de alumnos por aula. En septiembre sabremos cómo será la reestructuración de profesores, en función del número de alumnos en cada centro. En FP ya podemos decir que habrá un incremento de profesorado. En otros centros disminuye la oferta. No podemos tener grupos de ESO con 12 o 14 alumnos. La ley dice que la ratio puede alcanzar los 30. Incluso uniendo dos grupos e incluso tres, en algunos casos, cumplimos la ley. Habrá recolocaciones. Hay que pensar en ajustar una serie de ratios que son una lacra para la sociedad.

-¿Es posible que interinos se queden sin plaza?

-Es muy difícil que un interino se quede sin plaza si tiene una buena puntuación. Dependerá de la situación y de las especialidades. Si hay opciones elegidas sólo por tres alumnos, por ejemplo, claro que tenemos que reajustar.

-¿Cerrarán comedores?

-Hay que buscar la eficiencia con el dinero público. ¡Hay comedores en los que el coste del menú supera los 50 euros al día por alumno! Nadie se va a quedar sin comer. No serán de gestión directa, pero habrá servicio.