El número de granjas avícolas y porcinas clausuradas en Alemania por alimentar a sus animales con piensos contaminados con dioxinas se eleva ya a más de 4.700, informaron fuentes del Ministerio federal de Agricultura.

Las fuentes destacaron que en la mayoría de los casos se trata de granjas porcinas, a las que se ha prohibido sacrificar a sus animales y comercializar su carne hasta que se certifique que su consumo resulta absolutamente inocuo. La mayoría de las granjas, 4.468 del total, se encuentran ubicadas en el norteño estado federado de Baja Sajonia, que adquirieron piensos contaminados originalmente por el fabricante Harles & Jentzsch, el cual utilizó presumiblemente aceites industriales no destinados al consumo animal o humano.

El presidente de la federación alemana de Agricultores y Ganaderos, Gerd Sonnleitner, ha cifrado en 40 a 60 millones de euros las pérdidas semanales de los ganaderos afectados por el cierre de sus factorías.