La Unión Europea se inclina a favor de la creación de un sistema único de patentes en sólo tres idiomas, francés, inglés y alemán, a pesar de que España e Italia rechazaron la propuesta por considerarla discriminatoria. Si se confirma la iniciativa parlamentaria que cuajó ayer, el español y el italiano quedarían fuera del sistema.

Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores, declaró ayer que si se excluye el español como idioma de registro, se corre el riesgo de que un limitado esquema lingüístico trilingüe -inglés, francés y alemán- pueda extenderse a otros ámbitos de la Unión.

La Ministra reiteró el rechazo al modelo de patente única -que, sin embargo, está apoyado por la mayoría de los socios comunitarios- en su comparecencia en el Congreso ante la Comisión Mixta para la UE. Además, confirmó que España recurrirá ante el Tribunal de Justicia de la UE. Trinidad Jiménez añadió que "vamos a mantener una posición muy firme", porque se trata de una "discriminación lingüística y económica" que afecta de forma negativa al funcionamiento del mercado interior europeo.

El Pleno del Parlamento europeo aprobó por 486 votos a favor, 162 en contra y 43 abstenciones el mecanismo jurídico-político que abre la vía a discriminar al español.

El debate tiene unas obvias connotaciones económicas. En Estados Unidos, por ejemplo, una patente para comercializar una creación o invención supone alrededor de 1.850 euros para un mercado potencial de los más de 300 millones de estadounidenses. En Europa cuesta unos 20.000 euros, de los cuales las tres cuartas partes corresponden al precio de las traducciones si se quiere que la invención sea validada en los 27 países de la UE con un mercado de 500 millones.

La ofensiva en curso arrancó el lunes en el Consejo de Ministros europeos de Educación en Bruselas, donde el sistema limitado a tres idiomas logró un amplio respaldo.

En efecto, 25 de los 27 países comunitarios apoyaron recurrir a la llamada "cooperación reforzada", un mecanismo jurídico-político para poder crear sin vetos el sistema común de patentes, con lo que se deja fuera a los países que rechazan la idea, es decir, España e Italia.

Esta vía legal está reservada a casos en los que se constate la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en un plazo razonable y requiere un apoyo mínimo de nueve estados. El debate sobre las fórmulas para llegar a una patente común europea lleva una década en negociaciones.

España reiteró en el Consejo su "oposición frontal" al nuevo sistema y criticó que la propuesta fuera votada por los ministros de Educación sin opción a debate, según indicó el secretario de Estado de Educación, Mario Bedera.

Por su parte, el eurodiputado popular Salvador Garriga declaró ayer que "hemos sacado más votos de los esperados, pero aun así salimos derrotados. La patente única es razonable. Aquí una patente nos cuesta diez veces más que en EEUU; además, el 50% de las patentes que se registran en la Unión Europea no proceden de Europa, y más de la mitad están en inglés. Pero reducir a tres idiomas la posibilidad de patentar perjudica a España al excluirla. Una vez aprobado el mecanismo de cooperación reforzada, el Consejo de Europa, en una reunión de ministros de competitividad, sacará adelante sin problemas el reglamento lingüístico, que es el que nos perjudica, y la patente. España se movió tarde. La cuestión viene de muy atrás, pero en esta fase todo saltó cuando acabábamos de dejar la presidencia europea. Con ella aún en las manos se podía haber hecho algo frente a Alemania y Francia".

El eurodiputado socialista Antonio Masip denunció a su vez la manipulación del procedimiento de cooperación reforzada para aprobar la patente europea y pidió serenidad y tiempo. Masip ha descrito la utilización del procedimiento de cooperación reforzada para aprobar el sistema de patente europeo como "un auténtico horror y un lamentable montaje para que el francés y el alemán pasen por encima del español". Alertó de que este procedimiento "está cargado de incertidumbres que inquietan a grandes empresas tecnológicas" y denunció que el manifiesto de este grupo ha sido bloqueado por la Comisión.