Las instituciones de educación superior de Santiago y A Coruña coinciden en limitar a la mínima expresión el capítulo de inversiones. En el caso de la entidad coruñesa, "las inversiones se orientarán a las obras de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior y a finalizar actuaciones ya iniciadas". Como en su día aprobó el Claustro de la Universidad, se dará prioridad a las obras vinculadas a la adaptación de la institución al plan Bolonia y a los trabajos que ya están en curso. La UDC culminará, en concreto, seis proyectos (ver gráfico).

Los recortes en inversiones se traducirán en la congelación de proyectos como el Centro Tecnolóxico Textil de Galicia, el Campus Center o la segunda fase del Citec (Centro de Innovación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil), ubicado en el parque tecnológico, según explicó el vicerrector de Estrategia y Planificación Económica, Ángel Fernández.

La institución compostelana, que debe salvar el endeudamiento acumulado en los últimos años, va más allá en sus medidas de ahorro y eficiencia: desde un plan de jubilación anticipada hasta un plan de ahorro energético figuran entre las medidas de la institución de la capital gallega para sanear sus cuentas. A mayores, plantea un control del cumplimiento de los contratos básicos de servicios, reducción de gastos en contratos de mantenimiento, implantar software libre y sustituir reuniones por videoconferencias, entre otros temas. En oferta educativa, está dispuesta a eliminar titulaciones con poca demanda (como el caso de Tecnologías de los alimentos), a reducir el número de carreras (con el ejemplo de las filologías) y a compartir másteres con las demás universidades.