La última jornada de la Cibeles Fashion Week incluyó ayer el único de los desfiles dobles de esta 53 edición con dos colecciones muy diferentes: una de carácter funcional, en la que se fusiona tradición y vanguardia y otra de corte militar. Se trata de las propuestas de la coruñesa Sara Coleman y las de Nicolás Vaudelet para El Caballo.

La diseñadora de A Coruña triunfó el pasado septiembre dentro de los desfiles de El Ego, el espacio reservado para los creadores noveles, y este año fue la única que debutó en los desfiles principales. Coleman presentó varios estilismos "más comerciales" pero se mantiene fiel a su estilo con estructuras inspiradas en diseños orgánicos.

La coruñesa afirma que la principal diferencia respecto al año pasado son "las mangas largas y redondeadas que realzan los hombros", además de "los vestidos con cremalleras largas como los trajes de neopreno de los buceadores que dan un toque de distinción". La modista se atrevió con una línea dominada por distintas alturas en los bajos, con la mezcla de patrones orientales y occidentales y notas de color en mostaza y teja, que resaltaron entre tonos más oscuros como el gris, el azul y el verde.

Coleman cerró el desfile con varias prendas donde el despiece geométrico dio lugar a originales abrigos, tops y vestidos con espaldas muy limpias y partes delanteras colmadas de superposiciones. Además, complementó sus creaciones con joyas de su amiga, María Elisa Moñivas Cuevas, de Merry F., firma que participa en El Ego.

A ritmo de música militar, Nicolás Vaudelet presentó sus prendas inspiradas en la Belle Epóque, el Positivismo y la Revolución Industrial. El corsé, el corpiño, el polizón, vestidos a la polonesa, faldas y camisolas de grandes mangas "jamón", como el propio diseñador las denomina, son sus claves para acentuar las curvas femeninas. Y para combatir el frío, Vaudelet propone las capas, batas y kimonos combinados con prendas militares.

Jubileo 2012 es el nombre de la colección de Martín Lamothe, quien abusó de la goma, material presente en tejidos y ornamentos. Trabajó la estética retro de los años 70 para crear una línea espacial con y otra olímpica en la que recreó a los nadadores y gimnastas rusos.

Nada más comenzar el desfile de Ión Fiz, dos activistas de la asociación Igualdad animal saltaron a la pasarela con una pancarta que decía Piel es asesinato. Tras el incidente, Fiz mostró ponchos y cazadoras de peluche para los hombres, mientras que para la mujer apostó por pantalones pitillos y vaporosos vestidos, algunos estampados con fotografías de paisajes naturales.

En la jornada de ayer, Jesús Lorenzo también subió a la pasarela pieles naturales, las creaciones de María Escoté y Carlos Díez tienen el negro como denominador común, Miguel Marinero reivindicó el nuevo lujo con una colección hecha a mano, Teresa Helbig reinventó el charol, Elisa Palomino se decantó por la estética japonesa y Juana Martín presentó una colección atrevida inspirada en los siete pecados capitales de la obra La Divina Comedia de Dante. Además, L'Oreal entregó sus premios. El de mejor modelo recayó en la gallega Alejandra Alonso.