Los espejos del telescopio James Webb, que la NASA tiene previsto lanzar en 2014 para estudiar el Universo en frecuencia infrarroja, están listos para observar las primeras galaxias, según informó ayer la agencia espacial estadounidense.

Los espejos son una parte vital de un telescopio y la calidad de su terminación es crucial, por lo que la conclusión del proceso del pulido de todos los que viajarán a bordo del telescopio espacial representa un "importante hito", indicó la NASA en un comunicado.

El telescopio Webb está compuesto por cuatro tipos de espejos. El principal tiene un área de alrededor de 25 metros cuadrados, y permitirá a los científicos capturar la luz más débil de los objetos distantes en el universo, más rápido que cualquier observatorio anterior. Los espejos están hechos de berilio (elemento químico metálico, que se utiliza para endurecer aleaciones) y trabajarán juntos para transmitir las imágenes del cielo a las cámaras del telescopio.