Los tejidos inteligentes no solo tienen aplicaciones clínicas o en el deporte. La artista neoyorquina Alyce Santoro ha incorporado las posibilidades que ofrecen al mundo del arte. Lo que la estadounidense propone va un paso más allá. Ha creado un tejido que sirve para confeccionar ropa, con cintas de casete recicladas, mezcladas con algodón. Y además, suena, aunque, haya que pasarle un cabezal por encima. Su idea se estrenó ayer en Galicia, en la Cidade da Cultura. La artista neoyorquina confeccionó la tela de la que nació el traje sonoro gallega un tejido elaborado con archivos sonoros digitales remitidos por más de sesenta bandas y músicos gallegos, que van desde Berrogüetto a Nadadora o Niño y Pistola.

El denominado Sonic Fabric, es un tejido realizado con un 50% de cinta de casete reciclada y el otro 50% restante de algodón que, además de ser hermoso y duradero, también es audible: se puede escuchar pasando el cabezal de un radiocasete o walkman por su superficie. Ayer la artista hizo sonar la tela, de la que extrajo sonidos diferenciados. "No se notaba el salto de canción, sonaba más bien electrónico", aseguraron asistentes. Pero la tela sonó, previo paso de una especie de cabezal.

Y con otros 25 metros del tejido, tres jóvenes diseñadores fueron los encargados de diseñar sus creaciones, que ayer se presentaron: Adrián Rivas, Antonio Santos y David del Río, los tres ganadores del desfile Debut 2011, organizado por la Escola de Estudos Superiores en Deseño Téxtil e Moda de Galiza de la Universidade de Vigo. De mano de su máxima exponente, la artista norteamericana Santoro, los diseñadores presentaron prendas de ropa confeccionadas en colaboración con músicos y diseñadores.

La presentación del denominado Traje sonoro se celebró en el marco de una intervención multidisciplinar en la que además de música, moda y diseño se dieron cita paisajistas sonoros como Juan Gil, de escoitar.org; artistas de vídeo como Horario González; y danza como Ángela Blanco.

La artista ofreció un sensual espectáculo y previamente, Alyce Santoro dirigió en la Cidade da Cultura un taller de paisajes sonoros. Escuchar, registrar y manipular. Con estas tres claves y provistos de grabadoras digitales y teléfonos móviles, los participantes en este obradoiro exploraron los sonidos de la Biblioteca, el Archivo, el Museo, la Galería de servios y los exteriores del Gaiás divididos en grupos de cinco. Unos registros individuales que sirvieron para crear, siempre dirigidos por la artista norteamericana, varios collages sonoros con el objetivo de profundizar en los límites del concepto tradicional de música.

Santoro está vinculada al denominado Land Art y al "sonido del mundo", conceptos ligados a filosofías orientales. Fue en Tíbet donde nació la idea que la convierte, según Díaz, "en una de las creadoras más interesantes de la llamada moda de tejidos inteligentes". Con su tejido Sonic Fabric ha diseñado una línea de ropa y complementos que incluye desde vestidos a corbatas, sombreros o bufandas.