Noches festivas, atrevidas y de sofisticación. Los vestidos y complementos de fiesta son un derroche de fantasía y desmesura: telas llamativas, brillos, bordados, encajes, escotes, plumas, joyería y bisutería exagerada, diseños atrevidos... todo está permitido para resplandecer en las celebraciones que dicen adiós a un largo año y reciben al que se espera mejor.

No existe una norma que dicte cuál es el atuendo más adecuado para estos acontecimientos; la elección queda en función del carácter de cada evento y, por supuesto, del estilo y el gusto de cada cual. Aún así, el éxito pasa por un sentido estético de cara a elegir las prendas más favorecedoras, sean clásicas o de vanguardia, sexys o recatadas, discretas o muy llamativas. Y un aspecto a tener muy en cuenta son los complementos. Las medias, los zapatos, el bolso, un tocado en el pelo o una pieza de joyería o bisutería imprimen un sello personal al vestuario. Son elementos que realzan o, por el contrario, minimizan cualquier vestido, por lucido que sea.

Todas las firmas, exclusivas o accesibles para el gran público, ofrecen una amplia oferta de moda navideña. Salir de compras es la mejor forma de comprobarlo.