Hace poco menos de una semana, el juzgado contencioso número 1 de Santiago condenó al Servizo Galego de Saúde (Sergas) a indemnizar con 120.000 euros a la familia de una joven de Boiro de 27 años que falleció en 2005 por un retraso en el diagnóstico del cáncer que padecía tras la pérdida del material biológico que no pudo ser analizado. Apenas un mes antes, el Sergas fue condenado a abonar 16.500 euros a una paciente de 65 años por el olvido de una compresa quirúrgica en su abdomen, durante una operación en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Casos como estos se repiten varias veces cada año, y no es de extrañar, porque la cifra de reclamaciones de los usuarios del sistema sanitario gallego -tanto público como privado- ascendieron, en 2011, a 733 -unas dos por día-, un 11% más que en el ejercicio anterior, cuando se contabilizaron un total de 660 quejas.

La cifra, que recoge en su Memoria 2011 la asociación El Defensor del Paciente, sitúa a Galicia, por segundo año consecutivo, en quinto lugar en España por número de reclamaciones. Los hospitales gallegos más denunciados son el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac); el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS); el de Vigo (Chuvi); el de Pontevedra (CHOP); y el Arquitecto Marcide-Novoa Santos de Ferrol. Además, los servicios asistenciales que acumulan más quejas en la comunidad gallega son Traumatología; Ginecología y Obstetricia; Urgencias y Cirugía general.

En toda España, El Defensor del Paciente recibió más de 13.000 denuncias en 2011 por presuntas negligencias médico-sanitarias -casi mil más que en el año anterior-, en más de 600 casos, por fallecimiento de los enfermos.

Las principales causas de esas muertes fueron, según los denunciantes, la mala praxis, intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias o retrasos en las ambulancias.

El error diagnóstico en Urgencias es la causa principal en gran parte de los casos. De hecho, 65 pacientes murieron tras avisar al 112 y no recibir una rápida respuesta, y 82, por infección hospitalaria.

De las negligencias denunciadas, 119 afectan a bebés que nacieron con discapacidad por partos atendidos de forma inadecuada, y 73 pacientes que quedaron con discapacidad después de una intervención quirúrgica.

La Memoria 2011 de la asociación recoge otros datos de la situación sanitaria española y concluye que hacen falta más medios y personal en Urgencias, médicos de familia y pediatras, y alerta de que las listas de espera quirúrgicas son históricas, pues 486.500 pacientes aguardan para ser intervenidos, la mayoría -75.000- en Andalucía, seguida de Cataluña, con 70.100, Madrid, 54.800, y Galicia, 54.200 enfermos a la espera de entrar en quirófano.

Cataluña se sitúa a la cabeza en cuanto a demora quirúrgica, con 115 días de espera media, aunque seguida de cerca por Galicia (105) y Canarias (100), mientras que los mejores resultados son para las autonomías de La Rioja, con 43 días de espera media, Castilla-La Mancha (45) y País Vasco (50). Flores instó a la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana Mato, a que tome medidas para controlar a las comunidades autónomas en cuanto a la atención a los pacientes y el gasto, e incluso pidió que todas las competencias de sanidad vuelvan al Ministerio.

Según la asociación que preside, los cinco peores Servicios de Urgencias de España son los del hospital Virgen de la Macarena de Sevilla; el Universitario Carlos Haya/Materno Infantil de Málaga; el Clínico San Carlos de Madrid; el Vall D'Hebron de Barcelona; y el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS).

En el extremo opuesto de la balanza se sitúa, con mejor servicio de Urgencias de España, el Hospital de Donostia, que tiene por cuarto año el Premio Best in Class, señala la Memoria 2011 de la asociación.

La presidenta de El Defensor del Paciente alertó de que existe una "mala gestión" por parte de la autonomías y que "el desastre pude ser monumental si no se toman medidas".