Telma, dos bodas y un funeral Telma Ortiz Rocasolano, que a juicio de Jaime Peñafiel es la Pippa Middleton local, se casa de tapadillo y cojeando, con Jaime del Burgo Azpíroz. Igual que existe la antimoda, existe la antiboda. Que no es ni bueno ni malo. Solo distinto. La carta abierta del novio, rara. El vestido de la novia, raro. Blanco, sí, pero raro. ¿Y qué decir de los accesorios? Ella, muletas, por una caída cuando esquiaba en Aspen, Colorado. El común de los mortales se cae esquiando, pero no en Aspen, Colorado. Y él, y he ahí el mayor enigma, un asa ¿de qué?, ¿de un bolso?, ¿de un Ipad?, ¿de una cámara de fotos o de vídeo? Telma -ya la han rebautizado como Telva, o Pelma Ortiz, o Telma del Vulgo- y Jaime, los cuñadísimos, han conseguido exactamente lo contrario de lo que pretendían: estar en boca de todo el mundo. Que es lo que le gusta a la nietísima, Carmen Martínez-Bordiú, que hablen aunque sea para mal. Si no cómo se explican su asistencia al funeral de Emmanuela Dampierre, la viuda de un infante de España, hijo de Alfonso XIII, y abuela del delfín del (virtual) trono de Francia, Luis Alfonso. Y sin embargo Emmanuela, que era centenaria y aristocrática, pasó sin la historia por llamar ninfómana, aunque medio en italiano, a Carmencita. Y a pesar de todo, ella, al funeral. Sin rencor. La otras bodas, reales, de oro y raras también.

La herencia . Kate Middleton y el príncipe Guillermo, además de jóvenes, guapos, queridos, príncipes y aspirantes al trono de Inglaterra, a pesar de Carlos y Camilla, serán pronto ricos. No es que ahora pasen apuros. Pero l día 21 de junio Guillermo cumple 30 años y en ese momento recibirá unos doce millones de euros. La herencia de Lady Di. Es muy de nobles, ricos y famosos esto de heredar poco a poco, según soplan velas. Borja Thyssen también cobró una suma importante de los cuartos del barón cuando llegó a la treintena. Se ve que lo hacen para que no se les suba a la cabeza. A Borja se le subió de todos modos, y demandó a la madre porque el pico era poco pico y él cree que el bueno de Heini le había dejado mucho más. Pero esa es otra historia. Y ustedes ya la conocen, la van contando capítulo a capítulo.

Volverán los tacones . Yo Nicolás, no lo sé, porque lo conozco menos, pero Carla estaba preparada para este momento. Una modelo sabe que la pasarela, como la belleza, es efímera. Sabe que la prensa es cruel y que un día te adora y al siguiente sale una niña, eslava quizá, y te destrona. Una modelo como Carla sabe cómo prolongar los flashes. Si deja atrás los desfiles, canta o hace cine o se casa con el presidente de la República francesa. Si sale del Elíseo, lo hace pisando la alfombra roja. Los ingratos gritan Carla ha muerto, viva Valérie, pero a ella no escucha. Critican sus redondeces, sus ojeras, su sportwear. Es ley de modelo. A Kate Moss, que todos creíamos etérea, le pusieron el objetivo en la celulitis y a Naomi Campbell, que es como un tótem de ébano, en los juanetes. Y ahí siguen. A Nicole Kidman, cuando se divorció de Tom Cruise, le preguntaron qué iba a hacer. "Ponerme tacones", dijo. Carla volverá. A los tacones.

Colaboración ciudadana . María Patiño, desde la atalaya de servicio público que es El Programa de Ana Rosa, ha peidido la colaboración ciudadana. Según cuenta, Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, expareja de Isabel Pantoja, está bajo sospecha de práctica continuada del simpa, esto es, tomar copas aquí y allá, por aquello de doy caché al local, y marcharse sin pagar. Eso dice el dueño de un bar en Algeciras, y Patiño sospecha que en otros, y por eso pide la colaboración ciudadana, para que salgan testigos de cargo, y se haga la luz, y se sepa al fin la verdad. Porque una cosa es la corrupción, y la malversación, y el lavado de capitales y la infidelidad, pero, hombre, irse sin pagar...

Caballero de orden . A Jesús Janeiro, más conocido como Jesulín de Ubrique, me referiré en adelante como el Caballero de la Orden de la Solear de Sanlúcar de Barrameda. El título de caballero se lo dieron en las Bodegas Barbadillo dentro de la feria de la manzanilla, pero a mí me vale lo mismo que los que salen publicados en el BOP y por real decreto. Le va a hacer falta si pierde Ambiciones, la dehesa, con la solera que daba eso, que tiene escudo esculpido en piedra y todo. Ya lo veníamos advirtiendo: que los terratenientes, como los Alba o los Janeiro o los Rivera Pantoja, por citar algunos, no son inmunes a la crisis. Parece que el fisco ha embargado un tercio de la finca y que la van a subastar y a vendérsela al mejor postor. Y que es culpa de la mala cabeza de Humberto, el patriarca, el tigre de Ambiciones, que van a por su usufructo para cubrir sus deudas. De ser así, y si Jesulín no lo resuelve antes volviendo a los ruedos si hace falta, ese día, esa imagen de la subasta, será como el final de una era. Como el final de Falcon Crest. Claro que no hace falta arriesgar tanto. Ahora que Belén Esteban dice que se ha divorciado, ahora sí, de verdad de la buena, de Fran Álvarez, lo que puede hacer el Caballero de la Orden de Solear de Sanlúcar de Barrameda es dar alguna exclusiva largando. Ya, ya sé que ahora tiene título de caballero, pero, oigan, que personas con título -y de los otros, de los de decreto y BOP- también hemos visto sentados en los platós. Será la crisis.

"En cuanto la vi, pensé: ¡Caramba!", que es lo que piensan los reyes jordanos cuando ven un bellezón. Lo cuenta el propio Abdalá II, que ha escrito su autobiografía y la ha titulado Nuestra última oportunidad. A Rania la conoció durante una cena de amigos en 1992. Exactamente cómo y cuándo Felipe a Letizia. El rey Abdalá conquistó a su mujer, muy reacia al principio, como Letizia, por el estómago. Primero, con una caja de bombones belgas. Y, después, cocinando con sus reales manos para ella. El menú fue de inspiración japonesa e incluía pollo, gambas y ternera. Funcionó. Unos meses después se casaron. Sarkozy enamoró a Carla Bruni no con la cocina, sino con la botánica. "Cuando lo conocí y paseamos por los jardines del palacio del Elíseo, me nombró todos los nombres de las flores", declaró la exmodelo y cantante. Con sus nombres latinos. Y ella se dijo (sic): "Dios mío, tengo que casarme con este hombre, es el presidente y lo sabe también todo sobre las flores. Es increíble". Respecto a Felipe y Letizia, no hay datos respecto a las artes culinarias ni los conocimientos de botánica del primero. En general, hay menos datos. En España es impensable, hoy por hoy, que la familia real cuente sus cosas, así, alegremente.