El Consejo de Ministros retrasa hasta el curso 2014-2015, aunque previsiblemente será una "suspensión indefinida", la implantación de la estructura del cuarto curso de ESO derivada de la ley de economía sostenible, ya que el Ministerio de Educación se propone revisar toda la enseñanza secundaria. El aplazamiento de la regulación de ese curso -que aprobó el anterior gobierno socialista el pasado año y que debería implantarse obligatoriamente en septiembre próximo- pretende evitar una situación de "inseguridad jurídica e inestabilidad académica" en la Secundaria obligatoria, según argumentan desde el Ministerio de Educación.

También se aplazan al curso 2014-2015 los programas de cualificación profesional inicial (a los que pueden acceder alumnos de ESO con dificultades desde los 15 años), salvo en aquellas comunidades que ya los hubieran anticipado al curso 2011-2012. "Esta demora se convertirá previsiblemente en una suspensión indefinida una vez aprobada la reforma educativa que presentará el Ministerio próximamente", dicen desde el Gobierno central.

A juicio del Ministerio, la demora responde a que las medidas adoptadas en esa reestructuración de cuarto de ESO "no serán eficaces" contra el abandono escolar temprano y, en todo caso, se consideran "insuficientes", especialmente en lo relativo a la diversificación en la etapa final de la ESO.

Asimismo, el aplazamiento se debe a que, según el departamento que dirige José Ignacio Wert, las medidas conllevarían "un elevado coste económico", que no se encuentra "suficientemente" analizado en las correspondientes memorias y que las comunidades autónomas "no están en condiciones de afrontar" debido a la situación económica actual.

Wert ya anunció el aplazamiento en su primera comparecencia parlamentaria, en el Congreso, el 31 de enero pasado. Entonces, el ministro explicó que se ampliarían el Bachillerato y la FP media de dos a tres años, el primero de ellos obligatorio.

La reforma aprobada por los socialistas suponía la transformación de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en un curso orientador hacia esos estudios postobligatorios. Además de las asignaturas que deberían cursar todos los alumnos, tendrían que elegir tres más entre once diferentes agrupadas en tres opciones y un grupo de "materias comunes" para ajustarse al nuevo sistema.

El Ministerio de Educación prevé una reforma total de la Secundaria y el Bachillerato. Tal y como anunció el ministro José Ignacio Wert el pasado mes de febrero, su objetivo es ampliar el Bachillerato a tres años y reducir ESO a otros tres. La fórmula para hacerlo será con la desaparición de 4º de ESO. La edad de escolarización obligatoria se mantendrá en los 16 años y el último curso de ESO se convertirá en el primero de Bachillerato o de FP, según elija el alumno, con el objetivo de que el estudiante no abandone sus estudios y continúe en la enseñanza educativa seleccionada. Esta iniciativa supuso el rechazo de la oposición política que aseguraba que, en la práctica, "la formación" se reducía un año.

Pero además, el Gobierno también modifica la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía. En su lugar, los colegios impartirán Educación Cívica y Constitucional. La nueva materia estará lista para el curso que viene y nace con la intención de que el nuevo temario esté "libre de cuestiones controvertidas y de adoctrinamiento ideológico", según indicaron fuentes del Ministerio de Educación.