El juicio contra nueve personas implicadas en el caso de un adolescente que vendió un riñón para poder comprarse un iPhone y un iPad comenzó ayer en China.

Al parecer la idea surgió por parte de un hombre arruinado que pidió a un amigo que buscase donantes para beneficiarse de la compra de órganos. Ambos contactaron con un cirujano y alquilaron una sala de operaciones. A través de internet buscaron donantes y un joven de 17 aceptó con el fin de obtener dinero para comprarse un iPad.