Tras la publicación de los resultados de los investigadores, muchas cuestiones siguen abiertas en el affaire del Vatileaks. Pero algo ha quedado claro: el Papa recibe extravangantes y costosos regalos.

Un cheque de más de 100.000 euros, una pieza de oro y un valioso libro del siglo XVI: todos son regalos para el papa Benedicto XVI, según se deriva de los resultados de la investigación en el marco del affaire de secretos vaticanos conocido como Vatileaks contra el exmayordomo papal Paolo Gabriele, acusado de robo. En su vivienda, los investigadores encontraron un cheque, oro y un libro.

Gabriele se intentó excusar y su abogado defensor quiso amortiguar las acusaciones, señalando que entre sus tareas estaba llevar los regalos que recibía Benedicto a un lugar habilitado para ello. Sin embargo, es bastante inusual que se filtren todos estos detalles a la opinión pública. Esto se debe a un nuevo escenario que el portavoz de el Vaticano, Federico Lombardi, considera un "riguroso paso de esclarecimiento". Lombardi habló de un procedimiento valiente y desacostumbrado, en vista de las especiales normas del Estado eclesiástico.

El cheque encontrado en la casa de Gabriele y del que éste asegura no saber nada, procede de una universidad católica de España emitido a nombre de "su santidad Benedicto XVI" el 26 de marzo de 2012 por nada menos que 100.000 euros. El hecho de que los donativos llegaran directamente al presupuesto papal no era algo infrecuente, según aseguraba esta semana el diario turinés La Stampa en varias informaciones.

De este modo, el mundo supo también el pasado lunes que en la casa del exmayordomo también se encontró una pieza de oro y un valioso libro del siglo XVI, una edición del poema épico La Eneida, impreso en 1581 en Venecia y en una traducción de Annibarl Caro.

Ya sea en metálico, objetos raros y sobre todo de valor simbólico, lo que es una realidad es que la Iglesia católica recibe numerosos regalos incluso de lo más extravagantes, como un huevo de Pascua de chocolate gigante, un banco papal de madera, un casco de construcción o una camiseta del Real Madrid.

Todas estas cosas aterrizaron en un depósito habilitado para ello o después de un tiempo fueron regaladas. Todo puede leerse en los documentos publicados también online en la web vaticana.

Según La Stampa, es lo que ocurría sobre todo con las cantidades de alimentos que le regalaban al Papa, como por ejemplo tartas de todas las variantes. Eso iba directamente a instituciones religiosas o humanitarias. Y está claro que algunos regalos le gustan especialmente al Papa de Baviera: un grupo de invitados de su zona natal en Alemania le regaló en abril por su 85 cumpleaños cerveza fermentada de la zona Pilgertrunk y un pequeño manzano de Chiemsee.