Un barato medicamento antimicótico, el tiabendazol, retarda el crecimiento de los tumores y podría ser útil para un nuevo tratamiento contra el cáncer, según científicos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Texas. El fármaco provoca la inhibición de los vasos sanguíneos, lo que puede ser una herramienta quimioterapéutica ya que elimina los tumores que inducen la formación de nuevos vasos sanguíneos para alimentarse.