Cientos de bebés prematuros se benefician de la leche materna donada por otras madres que, de manera altruista, la ceden a alguno de los siete bancos de leche materna que operan en España. Se trata de bebés que, en la mayoría de los casos, no pueden ser amamantados por sus propias madres ya que al nacer mucho antes de lo que les corresponde sus madres no están preparadas para generar leche. En el resto de los casos alguna patología de la madre o del neonato hace que no pueda ser amamantado directamente.

Desde la apertura del primer banco de leche humana en 2001, España ya cuenta con siete bancos de este tipo cuyo fin es alimentar a cientos de neonatos, gracias a las numerosas mujeres que se encuentran en periodo de lactancia y deciden compartir su leche con estos bebés prematuros.

En tan solo once años España se ha sumado a la lista de los 166 bancos de leche en activo que hay en Europa con el propósito de promover el consumo de leche materna donada. La comunidad gallega no cuenta, por el momento, con un banco de leche materna aunque el Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña cuenta desde 2008 con un proyecto para abrir una de estas unidades.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna donada es la segunda mejor opción a la hora de alimentar a un recién nacido, por detrás de la leche que la propia madre pueda proporcionarle a su hijo directamente.

La doctora Nadia García, coordinadora del banco de leche humana del Hospital 12 de Octubre de Barcelona, explica que la leche donada no es equiparable a la materna, puesto que al ser pasteurizada pierde valor nutricional e inmunológico, pero sigue siendo la segunda mejor opción.

Respecto al tipo de mujer que opta por donar su leche, varios neonatólogos de los principales bancos de leche humana de España coinciden en señalar en que suelen ser jóvenes, de entre 25 y 38 años, sanas, con estudios universitarios y que desempeñan un oficio dentro del ámbito de la asistencia social, la educación o la sanidad.